FRANK WANG,
EL EMPRENDEDOR QUE SE HIZO MILLONARIO CON DRONES.
Hace unos años, mientras caminaba una tarde por un campo repleto de diversas hortalizas, verduras y frutas que terminan en las mesas de familias mexicanas y de varias partes del mundo, Cristhian Engemann, un joven emprendedor, se percató de que los campesinos seguían utilizando métodos rudimentarios para trabajar la tierra, lo que lo motivó a buscar una solución que no solo hiciera más fácil el trabajo de los jornaleros, sino más productivo. La respuesta la encontró en los drones.
En conversación con MILENIO, el empresario cuenta que la idea de revolucionar el campo mexicano le dio vueltas en la cabeza durante mucho tiempo, hasta que un día vio en la televisión un dron que estaba especialmente hecho para fumigar, lo que le hizo pensar que con unas cuantas adecuaciones podía ser una herramienta útil para los agricultores. Fue así como nació Agrodrone. “Me llamó mucho la atención, me puse a investigar y pensé que en México se pueden implementar ese tipo de aparatos para mejorar el campo”, diijo el director general y fundador de la empresa de drones de trabajo para el campo.
La idea solo era el principio, el verdadero trabajo estaba en realizar las adecuaciones necesarias para que un aparato no tripulado fuera pieza clave en la fumigación de los sembradíos mexicanos, para lo cual se apoyó de todo un grupo de ingenieros.
Con el aparato volador no tripulado ya modificado, en 2015 Agrodrone comenzó a realizar pruebas e investigaciones de la mano de agrónomos, mismas que se alargaron hasta inicios de 2017, cuando la empresa comenzó formalmente sus operaciones, pero solo en el estado de Puebla.
“Tenemos un grupo de ingenieros y agrónomos que nos guían en cómo se deben aplicar los diferentes componentes a las plantas y sembradíos”, señaló.
La aplicación de la tecnología es importante para impulsar el campo mexicano, destacó Cristhian, al tiempo que añadió que el uso de drones en este sector es algo que ya se está utilizando en Asia, Europa y Estados Unidos. “No veo por qué en México no podríamos implementar de llenó esta tecnología; ahora solo operamos en Puebla, pero buscamos crecer a tal grado de llegar a cubrir todo el país”, aseguró.
Conforme ha avanzado la tecnología y la regulación lo permite, los drones han comenzado a ser utilizados por diversas empresas; de acuerdo con un estudio del banco español BBVA, las principales industrias que hacen uso de estos aparatos son la de fotografía, inmobiliaria, servicios públicos, construcción y agrícola, por lo que el campo de oportunidad es todavía inmenso.
Respecto al uso agrícola, Engemann explicó que los productores del campo con los que han trabajado han quedado satisfechos, dado que la eficiencia en la fumigación se nota desde la primera pasada, además es fundamental para la seguridad de los trabajadores, ya que muchos manipulan los químicos necesarios para el campo sin ningún tipo de equipo de seguridad. “Muchos trabajadores fumigan sin equipo apropiado, sin el conocimiento necesario en el manejo de los químicos que pueden ser peligrosos sin un adecuado manejo; ofrecemos una herramienta que permite no arriesgar las vidas de los trabajadores, al tiempo que aceleramos los procesos”, indicó.
Detalló que con el uso de un drone se pueden fumigar hasta 20 hectáreas en un solo día, sin importar el tipo de la planta o sembradío. “Por ahora, no estamos involucrados en árboles grandes, como limoneros o aguacateros, pero estamos desarrollando aplicaciones y pruebas, de modo que tengamos los aparatos voladores adecuados”.
Desde el punto de vista de Engemann, la gran ventaja de usar drones en el campo, es que el productor no tiene que entrar en contacto directo con la planta, ya desde el aire el drone va rociando el producto
“Hay veces que los surcos ya no se ven en la planta, llegan al punto de que debe ser cosechada y los productores ya no pueden meter gente a fumigar, ahí es donde podemos hacer que todo sea más fácil”, resaltó el directivo de la joven compañía.
“Esta tecnología se usa en varias partes del mundo, no veo por qué no poder implementarla en México”, dice el director general de Agrodrone
“Muchos trabajadores fumigan sin equipo apropiado; manipular ese tipo de químicos puede ser muy peligroso para la salud”: Cristhian Engemann, fundador de la empresa
La forma de operar de Agrodrone es sencilla, lo primero es el contacto —puede ser a través de su Facebook o página de internet—, una vez hecho eso, el productor envía la ubicación de su campo por medio de Google Maps, la cual sirve para evaluar el terreno y decidir la mejor forma de programar el drone. “Una vez hecho eso, llegamos un día antes de empezar, y con un drone más pequeño tomamos fotos del terreno, hacemos un mapeo de lo que se va a fumigar, tomamos varias imágenes que posteriormente se suben a un programa que genera una base de datos para posteriormente elegir la información que se requiera”, señaló.
El escaneo de la zona sirve para calcular las toneladas aproximadas que se van a producir y la salud de la planta. “Si no te dice qué tipo de afectación tiene, en ese caso llega el ojo humano y lo revisa, pero con el mapa se tiene la posibilidad de ver la zona específica, ya que la salud de la planta en el programa se marca con un código de colores”.
Ya con la información, el productor puede llegar y decidir qué producto aplicar y cuál es el más eficiente para el cultivo o cosecha, una vez que se toma esa determinación, se indica la cantidad y solución que se requiere. “El drone que tenemos puede cargar hasta 10 kilos, que son aproximadamente 10 litros de fertilizante, eso alcanza para una hectárea”, dijo.
Destacó que normalmente un productor llega a usar de 200 a 400 litros al fumigar de manera normal, mientras que con un dron se puede reducir drásticamente hasta 30 o 50 litros. “El técnico de los agricultores es el que nos debe indicar el producto que se debe usar en el campo”. El director general de Agrodrone señaló que entre 25 y 30 por ciento de una hectárea se ve afectada por plagas derivas del clima o del mal cuidado, porcentaje que reduce el rendimiento de una hectárea.
“Nosotros podemos reducir esas afectaciones entre 15 y 20 por ciento, siempre y cuando llevemos un plan de cuidado que se hace semanalmente o mensualmente, ese análisis del campo nos indica si se debe fumigar o fertilizar vía aérea”, explicó.
Al ser cuestionado sobre cuáles son las dificultades que enfrentan, Cristhian Engemann señaló que uno de los retos es convencer a la gente del campo de usar esta tecnología, ya que en 5 o 10 años será algo necesario. “Creo que es el momento de que la gente haga un cambio”.
Expresó que, “incluso nosotros hace cinco años no imaginábamos usar un dron para fumigar, ahora está teniendo mucho impacto, la gente está entusiasmada ya que sí les llama la atención y eso nos motiva a más”.
El directivo aclaró que no venden los drones, ya que para usar este tipo de aeronaves la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tiene estrictas regulaciones. “Para usar estos aparatos, la persona debe tener una licencia de piloto. Arriba de 2.5 kilos ya debe contar con permiso, es decir, no cualquier persona puede ir a la tienda y comprar uno como juguete, ya que es una herramienta de trabajo que aplicamos a los productores para mejorar su producto y reducir costos”.
El joven emprendedor comentó que por ahora Agrodrone solo ofrece su servicio en Puebla, principalmente en cultivos de jitomate, lechuga, maíz y caña. “Tenemos 500 hectáreas en todo el estado, asimismo contamos con contactos de productores de Veracruz, Guadalajara y Sinaloa”.
Respecto a si la implementación de los drones en el campo provocaría la pérdida de empleo, explicó que no, dado que daría la oportunidad a los jornaleros de avanzar en otras actividades mientras el drones está en uso, lo que aumentaría su rendimiento. “Una persona trabaja una hectárea en aproximadamente cuatro horas, mientras que el dron lo hace en 15 minutos”, apuntó.
Comentó que se han topado con productores que todavía se niegan a adoptar esta tecnología, por lo que Agrodrone hace demostraciones en sus terrenos, al grado que ha conseguido convencerlos.
Engemann está consciente que el uso de drones no es exclusivo del campo, dado que se puede aplicar en diferentes rubros, como por ejemplo, remarcó que pudieron ser de suma utilidad en los sismos del pasado mes de septiembre.
En este sentido, señaló que en Puebla, Agrodrone ayudó a hacer algunas imágenes de lo que había pasado para corroborar que se pudiera entrar a las zonas afectadas. “Un dron pequeño alcanza 5 kilómetros de distancia en poco tiempo, lo que da una capacidad de respuesta inmediata a la gente que necesita la información, la toma de decisiones es más rápida y la ayuda llega de forma más expedita”, concluyó.
Drones por el mundo
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Cámara de Diputados han aprobado dictámenes para aplicar normas y certificaciones para el uso de operaciones de este tipo de aeronaves, mismas que deben estar inscritas en el Registro Aeronáutico Mexicano (RAM).
La principal función de esta regla es tener una regulación y aplicación de estándares para prevenir accidentes, ya que las aeronaves que se pilotan a distancia, como los drones, son reguladas por la circular CO-23/10 R3 que emitió la Dirección General de Aeronáutica Civil; sin embargo, esta no considera sanciones en caso de algún incumplimiento.
Por otro lado, el mercado de drones mundial se ha dinamizado en los últimos años y se espera que así continúe durante mucho tiempo, dado que se prevé que las ventas de estos aparatos por todo el planeta alcanzarán los 12 mil millones de dólares para 2021, asimismo se prevé que los envíos a consumidores en todo el mundo superen los 7.3 millones en 2017, y que lleguen a 29 millones para 2021.
En 2015 se vendieron 700 mil drones en EU, lo que supone un aumento de 63 por ciento con respecto al año anterior, las nuevas regulaciones permitirán nuevos usos para los drones como el primer servicio de entrega de aire que Amazon lanzará.