Eutanasia, nulo debate en el país que celebra la muerte
Una encuesta nacional revela que 70% de los mexicanos tiene una expresión favorable sobre el suicidio asistido, pero solo 13% piensa en su deceso
En México se celebre la muerte y, sin embargo, el tema de morir con dignidad todavía es poco tratado, sobre todo en lo que respecta a la eutanasia y suicidio asistido, así lo señalaron ponentes nacionales e internacionales en el marco del primer Coloquio Internacional por el Derecho a una Muerte Digna, organizado por la Fundación Espinosa Rugarcía.
El director ejecutivo de la Sociedad Holandesa por el Derecho a Morir (Dutch Right to Die Organisation), el doctor Rob Jonquiere, habló sobre su experiencia al aplicar la muerte asistida: “El sentimiento de aplicar la eutanasia siempre lo comparo con el del parto; traer un niño al mundo es el inicio y el fin de la vida”.
En tanto, la maestra en psicología y doctora en ciencias en el campo de la Bioética en la UNAM, Asunción Álvarez del Río, señaló que la educación y poner “a la Iglesia católica en su lugar” es lo que se debe hacer para regular la eutanasia en México. Abundó que no es un tema fácil, ya que son muy pocas las naciones que legalmente permiten esta práctica.
Experiencia en Holanda
En su experiencia, Jonquiere señaló que los médicos pueden pasar por un momento difícil cuando aplican la eutanasia: “Sentí que cometía un crimen cuando apliqué la eutanasia por primera vez, ya que le administras una inyección al paciente y éste muere en segundos”.
Destacó que es un sentimiento terrible que va contra lo que les enseñaron en su carrera y en su educación que salvar la vida.
También destacó que se puede generar una especie de amistad entre médico y paciente, debido a que cuando se solicita aplicar este método no se hace de inmediato, se debe llevar un proceso que puede llevar mucho tiempo, de ahí que el médico tenga un sentimiento de pérdida al morir el paciente.
Abundó que incluso en Holanda a muchos doctores no les gusta recibir la solicitud para aplicar la eutanasia por lo que hay quienes se rehúsan a hacerlo; sin embargo, reiteró que para él tanto dicho proceso como el parto son sentimientos similares.
Explicó que en su país se realiza este procedimiento desde hace casi siete años “cuando se dio un giro político” y el partido Cristiano Demócrata por primera ocasión en muchos años no estuvo en el poder; sus integrantes no estaban de acuerdo con el proceso de muerte. Fue cuando se “movieron todas estas leyes a favor de la eutanasia”.
Señaló que al cambio de gobierno, y como en cualquier parte del mundo, cuando hay que tratar temas de salud se dirigen a los profesionales y, en su caso, lo hicieron con la Asociación Médica de Holanda.
Sin embargo, ahora que termina el periodo del actual gobierno y regresó al poder el partido Cristiano Demócrata, Jonquiere señaló que se avecinan mayores preguntas y debates políticos con lo cual no están seguros si continuará la ley a favor de la eutansia.
Caso México
Para la doctora Asunción Álvarez, la religion tiene influencia en muchos sentidos respecto a este tema, incluso en “políticos que están interesados en quedar bien con la Iglesia católica”, por ello, dijo, hay que hablar e informar más sobre el tema y “desenmascarar esto. No se vale que influya en las políticas públicas”.
También hizo hincapié en que hay que educar más a la población y hacerle ver que cualquiera puede estar en una situación en que sea una opción morir con dignidad.
Consideró que si bien se ha avanzado un gran trecho en el tema de la legalización de la Voluntad Anticipada, aún falta mucho por modificar, registrar, precisar y ajustar errores en la actual legislatura, pero por encima de todo, promover adecuadamente la voluntad anticipada.
Previo al coloquio, informaron que de acuerdo a la Encuesta Nacional Sobre Muerte Digna 2016, patrocinada por la organización Por el Derecho a Morir con Dignidad (DMD), alrededor de 70 por ciento de los mexicanos se expresa a favor de la eutanasia y el suicidio asistido. No obstante la mayoría a favor de la eutanasia, apenas un 13 por ciento de los mexicanos piensa en la muerte y muchos menos hablan de la propia con alguien más, reveló la doctora Amparo Espinosa Rugarcía, presidenta de la agrupación DMD.