En al menos tres
Ocasiones pidió unidad y no distraerse en “pleitos”
Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena, advirtió que de ganar la Presidencia en 2018 evaluará contratos derivados de las reformas estructurales “realizadas por (Enrique) Peña Nieto”.
Además ofreció recursos equivalentes a 4.1 por ciento del PIB para infraestructura y programas sociales, un proyecto de gobierno con base en la austeridad, sin nuevos impuestos y manteniendo el equilibrio macroeconómico.
Anunció que el próximo 14 de diciembre dará a conocer el programa y equipo “que conformará el posible gabinete del nuevo gobierno, que será de ocho mujeres y ocho hombres”.
López Obrador pidió mantener la unidad entre los morenistas y “no distraernos en pleitos mezquinos ni asuntos personales pues, por legítimos que sean, es un egoísmo pensar en ambiciones personales que solo empañan o desvían el objetivo principal, que es la transformación de México”.
Durante el cuarto congreso extraordinario de Morena, confirmó que el jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal —quien no asistió a la lectura del Proyecto Alternativo de Nación 2018-2024, en el Auditorio Nacional— decidió quedarse en Morena.
“Como decía José Martí: El verdadero revolucionario no ve en qué lugar está mejor, si no en qué lugar es más útil al movimiento de transformación. Que nadie se sienta excluido, todos hacemos falta en Morena”, aseguró.
También dijo que “debemos dar el último jalón y no confundir peleas con otras organizaciones políticas, ya que Morena tiene las puertas abiertas para mujeres y hombres de buena voluntad, y máxime si ahora tenemos la posibilidad de acabar con la corrupción. Pero en serio, no disminuirla y el dinero que se recuperó de ello, solo con eso, vamos a tener presupuesto para muchas cosas”.
Mencionó que en su instituto político “no se está contra empresarios; por el contrario, se necesitan de ellos para sacar a México adelante, pero con lo que sí terminaremos es con el tráfico de influencias”.
Sobre los temas que evita, como la religión, el tabasqueño precisó que en lo que a él corresponde, “no soy antirreligioso. Tan solo en este movimiento hay millones de católicos, de evangélicos, es decir, la política de Morena es respetar la libertad de creencia, de todos los puntos de vista, esa es democracia”.
Aseguró que Morena se compone de dos millones de militantes, “pero de acuerdo con nuestras encuestas, más de 30 millones de mexicanos dicen que votarán por nosotros, por eso es que vamos 15 puntos arriba de algún otro partido... pero no hay que olvidar que viene más guerra sucia. La mafia del poder ya trama como intensificarla”.
Subrayó que “haremos historia, pues participamos en un movimiento de transformación con el principio de que se puede ser feliz, buscando la felicidad de los demás, pero además el primero de julio de 2018 habrá nota en México y el mundo, de que en nuestro país se inició una etapa nueva”.
Insistió en que la base será un gobierno honesto, democrático, que va a procurar la justicia, que será respetuoso de las decisiones que se tomen en otras naciones y que procurará la amistad y la buena vecindad con Estados Unidos, “pero exigiendo que se respete la voluntad y soberanía de nuestro pueblo, eso será la transformación. Faltan siete meses, menos, como ocho, diría el clásico”, expresó.
Antes, Claudia Sheinbaum, delegada en Tlalpan y coordinadora de organización territorial en Ciudad de México de Morena, aseguró que “no se debe confundir. Nosotros estamos con la democracia, la paz y la justicia, no con el autoritarismo, ese lo queremos desterrar del país”.
Durante el discurso inaugural del congreso, al que acudieron 10 mil delegados nacionales, afirmó que “estamos en un momento histórico y nos toca construir un movimiento de nación para tener una nación igualitaria”.
Adujo que “está ciudad, el país tiene futuro, por ello no debemos permitir que el gobierno federal convierta a los damnificados de los sismos de septiembre en deudores. “No nos vence la calumnia ni la injuria; al contrario, nos hace más fuertes”, concluyó.
PPara las 10 de la mañana, el Estado Mayor Presidencial resguardaba las inmediaciones del Auditorio Nacional. En un par de horas, Andrés Manuel López Obrador y su equipo más cercano presentarían ahí el plan de desarrollo 2018-2024 para México.
Una hora más tarde, el tabasqueño ingresó al recinto acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller. Entonces los asistentes comenzaron los gritos de “¡presidente, presidente!”, seguidos de otro que sus seguidores no han detenido en años: “Es honor estar con Obrador”.
Enseguida la ceremonia. La jefa delegacional en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, fue la primera en hablar. Martí Batres la presentó como “una mujer que le ha hablado a la ciudad con inteligencia y amor”.
Después de López Obrador, la aspirante a la Jefatura de Gobierno fue la más ovacionada por los presentes en el recinto.
“Aquí se hace una política distinta”, exclamó orgullosa, antes de que la interrumpieran los aplausos de ex perredistas recién convertidos en simpatizantes de Morena, como Víctor Hugo Romo y Jesús Valencia, ambos ex jefes delegacionales en Miguel Hidalgo e Iztapalapa.
Apenas terminó su intervención, Sheinbaum volvió a ser vitoreada, y cuando se acercó a saludar a López Obrador, éste —cual si fuera campaña— le levantó la mano para que arreciaran los aplausos.
A la coordinadora territorial de Morena en Ciudad de México le siguieron Alfonso Romo, Esteban Moctezuma, Laura Esquivel, Abel Hibert y Héctor Vasconcelos, quienes detallaron dicho proyecto.
El 14 de diciembre dará a conocer el programa y equipo que conformará el “posible gabinete”
En todas las intervenciones hubo un elogio a López Obrador seguido de un atisbo de cómo sería un gobierno federal encabezado por él.
“Es un referente ético y moral”; “¿cómo va a gobernar? Como ya lo hizo”; “tiene el plan más ambicioso para los jóvenes inspirado en Roosevelt”, lanzaron.
En primera fila, los cuatro hijos del tabasqueño: José Ramón, Gonzalo, Andrés Manuel y Jesús escucharon junto a personajes como la premio Cervantes Elena Poniatowska y el padre Solalinde, entre otros.
Enseguida se apagaron las luces y en las pantallas del auditorio mostraron al tabasqueño en el Zócalo: “A Palacio o la chingada. Yo creo que a Palacio. Desde aquí vamos a estar despachando desde el 1 de diciembre 2018”.
Así comenzó un documental de 15 minutos realizado por Epigmenio Ibarra, en el que combinaban parte de la biografía y de las ideas políticas del originario de Macuspana. El video terminó con un mensaje en pantalla: “La tercera es la victoria”, y otro del tabasqueño: “A los tontos el poder los vuelve locos. Yo no levito, no voy a cambiar”.
Los aplausos y gritos de ¡presidente!, ¡presidente! volvieron ahora con más fuerza.
Batres lo presentó como el “campeón de la honestidad”. El tabasqueño se levantó y comenzó su mensaje. En al menos tres ocasiones pidió unidad y no distraerse en “pleitos mezquinos”.
También celebró que el jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, haya decidido quedarse “entre nosotros”, y aunque el zacatecano no asistió al auditorio nacional, muchos festejaron.