Con inflación y menor PIB, el adiós a Carstens
La meta de que los precios solo suban 3 por ciento se logrará hasta finales de 2018, indica funcionario en su último informe trimestral
El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, presentó el último informe trimestral de inflación antes de dejar el liderazgo del organismo para dirigirse al Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés), y destacó el ajuste a la baja que se hizo en las previsiones de crecimiento para 2017 y la expectativa de un proceso más lento en la convergencia al objetivo de inflación de 3 por ciento.
En conferencia con medios, el gobernador indicó que las proyecciones de crecimiento económico se redujeron de un rango entre 2 y 2.5 por ciento, a otro entre 1.8 y 2.3 por ciento, debido a la desaceleración observada en la actividad en el tercer trimestre, originada por los desastres naturales, sismos y huracanes, así como por la incertidumbre relacionada con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).
Agustín Carstens explicó que los huracanes provocaron una reducción en la producción petrolera pero, aparentemente, ésta ya se ha recuperado; mientras que si bien el consumo privado sigue siendo importante, mostró cierta desaceleración, y la inversión no contribuyó al crecimiento, pues sigue siendo débil, aunado a que el crecimiento del crédito al sector privado se moderó.
Para 2018, las proyecciones se mantuvieron sin cambio, en un intervalo entre 2 y 3 por ciento, mientras que para 2019 el banco central anunció su primera estimación, de un rango entre 2.2 y 3.2 por ciento.
Los mayores riesgos para el crecimiento se relacionan con una renegociación del TLC que no sea favorable; que ante esta situación se genere incertidumbre que lleve a que las empresas pospongan decisiones de inversión; un aumento en la volatilidad en los mercados financieros y el proceso electoral del próximo año que reduzca las fuentes de financiamiento, y la posibilidad de que la inseguridad pública se torne un factor más relevante como determinante de la actividad productiva.
El objetivo se posterga
En materia de inflación, al gobernador del Banxico indicó que es “preocupante” que esté arriba de 6 por ciento; no obstante, ya ha registrado un máximo, por lo que comenzará una trayectoria descendente, pero ésta será más lenta de lo previsto. Es así que las previsiones apuntan a que será hasta el cuarto trimestre de 2018 cuando converja al objetivo de 3 por ciento y no en el tercero como estaba previsto.
Detalló que esto se debe a los incrementos que recientemente volvieron a presentar algunos productos agropecuarios y, en particular, los energéticos, como el gas LP, y agregó que en 2018 habrá un mayor impacto por la depre- ciación del tipo de cambio.
Respecto al aumento que se dio al salario mínimo, Carstens indicó que, dado que inicia en diciembre, puede generar algunas presiones inflacionarias de aquí al cierre de año, pero no cambia la perspectiva de inflación para el año entrante, y agregó que tal aumento fue una acción prudente, en el sentido de que haya un incremento importante en el salario real.
Abundó que si bien el salario mínimo tiene un rezago, es a través de la inversión y de incrementar la productividad como se generarán mejores salarios en la economía.
Junta de Gobierno vigilante
Los principales riesgos para la inflación se relacionan con una depreciación adicional del peso ante un resultado desfavorable del TLC o una reacción adversa a las acciones de política monetaria o fiscal en Estados Unidos; que los precios de algunos productos agropecuarios aumenten más de lo previsto; que continúen presentándose presiones importantes en los energéticos, y que los aumentos en los costos unitarios de la mano de obra se reflejen en la inflación.
Ante este escenario, Carstens destacó la necesidad de que la Junta de Gobierno esté “muy vigilante” para tomar las decisiones adecuadas que permitan alcanzar la convergencia a la meta de inflación de 3 por ciento, por lo que seguirá muy de cerca la posición monetaria entre México y Estados Unidos, el traspaso de la depreciación del peso a los precios, la brecha del producto y las potenciales presiones salariales.
Sostuvo que es necesario fortalecer la confianza en la economía mexicana, mediante un incremento en la productividad y reformas encaminadas a proveer certeza jurídica, fortalecimiento del estado de derecho, reforzamiento de las instituciones del país y modificación en el sistema de incentivos para privilegiar creación de valor.
En su mensaje final, Carstens dijo sentirse tranquilo de que si bien aún no se ha designado a la persona que lo relevará en el Banxico, aún faltan unos días para que se vaya, y lo que le da tranquilidad es que las decisiones dentro del banco central se toman de forma colegiada.m