La crisis del final de este sexenio
El gobierno se ha empeñado en decirnos que uno de sus logros es que este sexenio no habrá crisis de fin de sexenio.
Se refiere a una crisis económica recordando las que hemos tenido.
Pero hay de otras.
Y en este sexenio hay otra.
La de un grupo numeroso y poderoso del gabinete contra otro, más pequeño pero no poco poderoso.
Ayer escribí del fracaso de este gobierno en asuntos de seguridad y de cómo la responsabilidad recae, pues, en el responsable: el secretario de Gobernación.
No mencioné con precisión que entre 2015 y 2017 el presupuesto para fondos federales para seguridad pública y el nuevo Sistema de Justicia Penal ha caído 52 por ciento, casi 8 mil millones de pesos anuales.
¿Quién hace el presupuesto? El grupo político opuesto al del secretario de Gobernación.
Hace dos días Luis Videgaray dijo al presentar a su amigo José Antonio Meade:
“Es para mí un honor presentar a uno de los mexicanos más talentosos, más preparados, con una trayectoria impecable, y que ha sido protagonista de las transformaciones y de los éxitos de la política pública en México en las últimas décadas. Es el único mexicano, junto con Plutarco Elías Calles, en haber ocupado cuatro secretarías distintas en dos gobiernos diferentes, y que hoy conduce con gran inteligencia, disciplina, y sobre todo, patriotismo y visión de Estado, la política macroeconómica de México.
“Bajo el liderazgo de José Antonio Meade hoy México tiene rumbo, tiene estabilidad y tiene claridad en las decisiones de la política económica. Para nadie es un secreto que tengo el privilegio de conocer al secretario desde hace muchos años, y puedo ser testigo fiel no solamente de su inteligencia notable, de su extraordinaria preparación y experiencia, pero sobre todo de sus valores, siendo el más importante de todos la integridad y el patriotismo, que, al final de cuentas, es el amor a México el que en cada una de sus responsabilidades de su larga trayectoria en el gobierno de México ha sido el amor a México y el patriotismo el signo que lo ha distinguido”.
En estos días, el discurso de Videgaray se interpretó como un predestape. Videgaray dijo ayer que había presentado con la misma amabilidad a dos secretarios más y que nada debía interpretarse de sus palabras. Claro, dos secretarios que nadie piensa puedan ser candidatos priistas.
Conozco la inteligencia privilegiada de Luis Videgaray: dijo lo que dijo haciendo política.
Lo que no reconozco es cómo él y su grupo hicieron política con la seguridad de los mexicanos y el presidente Peña lo permitió.