Quiebran locales de Canal de la Cortadura
De 15 negocios que había hace dos años en el Canal de la Cortadura ubicados en la calle Aduana, solamente cinco permanecen abiertos, pues el resto quebró y optó por cerrar.
Martín Torres Rivera, dueño del negocio “Gorditas y bocoles Jaibo”, es uno de los pocos que sobreviven, pero señala que los dos años que lleva la obra han sido muy complicados, pues inclusive hay días en los que las ventas solo le alcanzan para los sueldos de los tres empleados que tiene. “Meses después de que comenzaron con la obra los comerciantes comenzaron a irse. Las ventas cayeron bastante, de hecho yo estoy batallando bastante, porque el año pasado no había acceso, y pues los clientes dejaron de venir. Yo tengo que pagar Seguro de mis empleados, la renta del local”, expresó.
Comentó que tan solo en el pago de renta se gasta 3 mil pesos, más los gastos de servicios, energía eléctrica y agua, así como el pago del Seguro Social de los tres empleados que tiene, por lo que muchas veces las ventas del día solo le alcanzan para cubrir la paga de las personas que trabajan con él.
Refirió que además de las bajas ventas que hay en la zona, otra de las problemáticas a la que se enfrentan es la inseguridad, pues por semana mínimo se presentan dos asaltos, lo que ahuyenta a la clientela.