No esperemos grandes cambios
Las cosas no van a cambiar de un día para otro porque para eso necesitaríamos de la milagrosa reconversión de millones de personas o de aniquilar pura y simplemente a los deshonestos
Ea la historia l grandemente de proceso los humanos. universal civilizatorio la consustancial basta Un simple para ha mitigado crueldad advertir vistazo que de saqueos, horrendas los tiempos torturas, atrocidades pasados violaciones— fueron —matanzas, escenarios perpetradas de tuviera un orden todas simplemente natural, ellas como la como condición si si fueran la barbarie de parte una mera violencia, costumbre las sevicias y como y los si la abusos opresión, estuvieran la ley suprema inscritos que en validara una suerte sin de mayores perversa problemas poder. de conciencia el ejercicio del
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Cierta mínima reconciliación con el presente es necesaria para muchos mexicanos. No estamos hablando de conformismo ni de legitimar la continuidad de los canallas incrustados en tantas esferas de lo público. Sí tenemos que saber, sin embargo, que las cosas han cambiado para mejor, que los milagros no existen y que esto, lo que ya tenemos, lo podemos todavía perder. Nuestra democracia, desafortunadamente, se vuelve aún más frágil cuando ni siquiera la valoramos.