Posadas y pastorelas en Tv Azteca
Esto fue regresar al origen de la verdadera televisión abierta privada nacional
Qué cosa tan más impresionante lo que hicieron los señores de la telenovela Tres familias el viernes pasado.
¿Qué? Una pastorela mexicana totalmente en vivo.
Fíjese lo que le estoy diciendo: Tv Azteca, telenovela, pastorela, México, en vivo.
¿Cuándo fue la última vez que usted vio que alguna de nuestras grandes televisoras nos regalara un extra en esta temporada navideña?
¿Cuándo fue la última vez que usted vio que una telenovela nacional hiciera algo más que lo de siempre?
¿Cuándo fue la última vez que usted vio una pastorela en el horario estelar de una cadena de televisión abierta privada nacional?
Y peor tantito, ¿cuándo fue la última vez que usted vio la transmisión de un programa dramatizado, de cualquier tipo, en vivo a través de un canal de este país?
¿Sí entiende la magnitud de todo esto?
Hasta hace muy poco, nomás se acercaba la Navidad y los trabajadores de la mayoría de nuestras frecuencias huían para irse de vacaciones.
¿Hacer algo extra? ¡Por el amor de Dios! ¡Nadie!
Por eso las telenovelas salían como salían. Solo se trataba de cumplir, de hacer la chamba, de cobrar.
¿Pastorela? ¡Guácala! ¿Cómo? Eso es o para gente muy naca o para personas muy instaladas en las Bellas Artes.
Nadie era capaz de voltear a ver nuestra propia cultura.
¿Trabajar en vivo? ¡Ni en sueños! ¡Qué flojera! ¡Eso no vende! ¡Eso no le interesa a nadie! ¡Cuesta mucho! ¡Es un problema!
Se necesita mucho amor, mucho valor pero, sobre todo, mucha vocación para hacer lo que estos señores de la televisora del Ajusco nos ofrecieron la tarde del viernes pasado.
Independientemente de que fue una experiencia divertidísima, fue regresar al origen de la verdadera televisión abierta privada nacional, atender al público con humildad, con calidad, con calidez.
Fue como un homenaje a la primera época de oro de la televisión, a los años 50, a aquellos
tiempos en que los comediantes tenían que resolver todo en vivo, porque ni siquiera existía el videotape.
Fue maravilloso, en serio, porque, además, ahí nos quedó claro el inmenso talento de los escritores, directores, actores, productores y asistentes de Tres familias.
¡Qué ganas de proponer, de salir de su zona de confort, de querer comerse al mundo!
Y lo más bonito (exactamente igual a como vimos durante las coberturas de Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe, del The Victoria’s Secret Fashion Show 2017 y de muchas otras manifestaciones más) fue el tema del trabajo en equipo.
Figurones como Sylvia Pasquel, Carlos Espejel, Ingrid Martz, Ulises de la Torre, Rodrigo Mejía, Amaranta Ruiz, Alejandra Ley, Alma Cero y Luis Curiel, por mencionar solo a unos cuantos, no brillaron solos.
No, brillaron con otros compañeros de otras producciones de Tv Azteca como Enamorándonos, Venga la alegría y Al extremo.
Resultado: un mensaje de integración fabuloso, positivo, entrañable.
Y no faltó nada: ni los chistoretes a cuestiones de actualidad como los socavones, hasta el público sentado ahí mismo, aplaudiendo, pasando por el numerito musical, los demonios, los ángeles, el nacimiento del Niño Dios.
¡Estuvo padrísima! ¡Punto! Fue algo totalmente refrescante e innovador.
Desde que yo era niño, en Monterrey, y me aventaba año con año Las aventuritas de Pipo en Navidad, que nadie se atrevía a trabajar para el público en estas fechas con ese cariño, con
esa espontaneidad y con esa energía tan bonita.
¡Gracias! De veras, muchísimas gracias a todos los involucrados en esto, pero también a los involucrados en las otras posadas que Tv Azteca transmitió durante el pasado fin de semana.
Como que estos señores se propusieron rescatar la televisión en vivo y no conformes con haber hecho lo de Tres familias nos obsequiaron otras experiencias parecidas el sábado en Corazón grupero y Enamorándonos.
Antes, solo Pati Chapoy y el equipo de Ventaneando hacían un especial de Navidad. ¡Ahora todo Tv Azteca se puso las pilas!
La posada de Corazón grupero fue un pachangón con música, estrellas y piñatas.
Y si usted quería polémica, por supuesto que hubo polémica, porque los responsables de este concepto se aventaron un debate de antología sobre el tema de los narcocorridos.
¿Cuándo había visto usted que en un canal abierto privado nacional alguien hubiera tenido los pantalones para abordar esta clase de cuestiones? Piénselo. Estaba como vetado.
Corazón grupero dijo: quítense que ahí les voy, y sus conductores lo hicieron sin perder ni el estilo ni el sentido de la fiesta. ¡Excelente!
Luego vino lo de Enamorándonos que fue precioso. Otra experiencia en vivo con portales, posada, pastorela y hasta globos aerostáticos.
Sensacional. No hay manera de no decirlo. ¿O qué, usted preferiría regresar a esos sábados en los que ningún canal hacía nada por las audiencias?
¡Qué cosa tan más impresionante! ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravísimo! ¿A poco no?