Menores trabajan para comprarse sus regalos
Son unos 100 niños en esta condición que aportan para la cena navideña de sus casas y hasta para los obsequios de sus hermanos
En Altamira 100 menores trabajaron todo el año para ahorrar para su Santa Claus, el de sus hermanitos y hasta para cooperar con la cena de Navidad, algunos son cerillitos, otros albañiles, unos más trabajan en el campo.
60 de estos niños están dentro del Programa de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes en Riesgo de Trabajo (PANNARTI), que manera el DIF, a ellos se les capacitó en áreas diversas como computación, manualidades y repostería para poder realizar alguna actividad productiva y poder ganar dinero.
Ellos trabajan también como cerillitos en alguna tienda comercial y el DIF está pendiente de que no abandonen sus estudios, por eso les ofrece una beca municipal, estatal o se les integra al ITEA para que puedan terminar su educación básica.
En la ciudad hay otros 40 menores, que fueron identificados por la Comisión de Educación del municipio, ellos también estudian y al mismo tiempo ayudan con la economía familiar, explicó la regidora Ángela Vega.
Informó que el 40 por ciento de las familias son de bajos recursos y los menores que forman parte de ellas no tienen siquiera sus tres alimentos diarios.
Por eso hay algunos estudiantes que se ven obligados a salir a trabajar, para apoyar a su familia, pero también para poder pagar sus estudios, ahorrar para sus regalos de Navidad, el de sus hermanitos y cooperar con el gasto de la cena de Nochebuena.
El municipio ha logrado identificar que estos niños y adolescentes viven en cinco colonias de Altamira: Los Presidentes, Lázaro Cárdenas, Martín A. Martínez, Unidos Avanzamos y Emilio Portes Gil; son un total de 50 menores que se pudo identificar a la hora de repartir las becas.
Cristian, es ayudante de albañil, vive en la colonia Unidos Avanzamos, una de las más pobres de la ciudad, estudia y trabaja, apenas tiene 10 años. Le pidió a Santa Claus una bicicleta, a diferencia de sus compañeros de escuela tuvo que ahorrar todo el año para que llegara su regalo de Navidad.
A las 12 de la noche aparecerá junto a la venta, ellos no pusieron pino, junto a los regalos de su hermanito. Trabajó impetuoso y alcanzó también para el Santa Claus de su hermano pequeño, y hasta para darle a su mamá para los tamales que serán la cena de Navidad.