Rupert Murdoch, toda una vida entre medios de comunicación
El australiano tomó el control de un pequeño negocio familiar y lo convirtió en un gigante global
Hace unos días se concretó la venta de algunos activos de Fox a Disney, operación que tiene un valor de alrededor de 66 mil millones de dólares. Uno de los protagonistas de esta trama que duró meses fue Rupert Murdoch —dueño de Fox—, un multimillonario australiano que toda su vida se la ha pasado en los medios de comunicación y entretenimiento.
Su afinado olfato para los negocios lo ayudó a construir desde abajo todo un imperio de medios de comunicación, toda vez que es dueño de un sinfín de revistas, periódicos, canales de televisión y estudios cinematográficos en todo el mundo.
Su buque insignia —sigue siendo dueño hasta que los organismos reguladores aprueben la transacción— es 21st Century Fox, una empresa de medios de comunicación multinacional estadunidense que le ha ayudado a amasar una fortuna de aproximadamente 14 mil 900 millones de dólares. Rupert Murdoch nació en Melbourne, Australia, el 11 de marzo de 1931. Su madre era una restauradora de arte y su padre un reportero y ejecutivo de la editorial Herald, quien con el tiempo se independizó creando un periódico llamado Adelaide News.
Antes de tomar el negocio familiar, Rupert fue enviado por su padre a Estados Unidos, donde estudió en Geelong Grammar School de Victoria y en el Worcester College de Oxford, donde recibió clases de historia, economía y filosofía.
“Mi padre me inculcó que los medios son algo diferente”, ha dicho varias veces el multimillonario.
Rupert tuvo que madurar rápido, y es que cuando su padre murió, en 1952, con solo 21 años de edad, Hace unos días se informó que Disney compraría algunos activos de Fox por 66 mil mdd. Murdoch nació en 1931 en Australia y a los 21 años se tuvo que hacer cargo del negocio familiar. Este magnate es uno de los más poderos del mundo y tiene una fortuna que ronda los 14 mil 900 millones de dólares. tuvo que tomar el mando del periódico familiar. Bajo sus riendas, las cosas cambiarían completamente; él no se conformaba con ser un pequeño periódico local, buscaba llegar a cada rincón del planeta, y para eso tenía que trabajar duramente, pero sobre todo abrir su visión, fue así como comenzó su incansable compra de pequeños rotativos por toda Australia.
Para 1968, su imperio de medios comunicación ya facturaba alrededor de 50 millones de dólares. El ya considerado magnate de los medios australianos pronto posó su mirada en Reino Unido, donde tomó el control del dominical New of the World, un periódico de corte sensacionalista londinense.
El siguiente paso era obvio, tenía que ir a tierras estadunidenses, lo que logró en 1973. Su incursión en la tierra del Tío Sam se dio en San Antonio, Texas, adquiriendo los rotativos Express y News, tiempo después fundó National Star, compró The New York Post, The New York Magazine, The Village Voice y The New West. En 1981 dio un golpe de autoridad en Reino Unido al adquirir el famoso diario London Times y el Sunday Times. Se estaba convirtiendo en un verdadero magnate de los medios de comunicación mundiales. Para 1989 su imperio estaba compuesto por una serie de periódicos, emisoras televisión, un estudio cinematográfico, editoriales y una larga lista de revistas.
Su poder en los medios de comunicación impresos estaba más que claro, pero quería reforzar su influencia en el mercado de la televisión, fue así como con su empresa Sky ingresó a ese terreno en Gran Bretaña.
En 1993 su corporación internacional compró otra cadena de televisión vía satélite, Star TV. Posteriormente llegaría su emblemática cadena Fox, la cual incluye tanto canales de entretenimiento como noticias; este último segmento ha sido clave para ser considerado una de las personas más poderosas del mundo.
Los estudios de cine de Fox han producido cientos de películas, destacan La Guerra de las Galaxias y Titanic. Con la venta a Disney, se deshará de canales como FX y National Geographic; sin embargo, lejos de ser una mala noticia para Murdoch, se trata de un negocio que lo seguirá haciendo aún más millonario.