MIRADAS A LA HISTORIA DE PÉREZ-REVERTE
“Está vinculada a la memoria; escribir sobre el pasado es aclarar el presente”
La narrativa de Arturo Pérez-Reverte suele nutrirse de miradas al pasado y no solo a través de las sagas del Capitán Alatriste o del detective Falcó, sino en novelas como Un día de cólera, El asedio, Hombres buenos o La carta esférica —La reina del Sur o El francotirador paciente están entre las excepciones—. Todo ello por un convencimiento del escritor español: la historia es el presente.
“En todas mis novelas está la historia, de alguna forma: como misterio, como enigma, como sujeto directo de la acción. Soy mediterráneo y tengo esa tradición de que la historia está vinculada a la memoria… para mí la historia es el presente, no es algo que se estudie, no es solo académico, es un motivo para comprender. Para mí, siempre, escribir sobre el pasado es aclarar el presente”, cuenta el colaborador de MILENIO, quien para complementar la afirmación asegura que cada una de sus novelas, histórica o no, le ayuda a entender mejor el presente: “Somos lo que somos, porque fuimos lo que fuimos”.
Se pensaría que esa comprensión de su tiempo haría de PérezReverte un escritor un tanto más optimista, pero viene a su memoria el hecho de que somos producto de un montón de generaciones, de gente que ha sufrido, matado y luchado, “fuimos guerreros, sacerdotes, conquistadores, víctimas o verdugos”. “Entonces, cuando uno va a la biblioteca y lee, nos damos cuenta que buena parte de lo que somos viene de los hombres y las mujeres que nos hicieron, por eso me da tanta pena cuando los colegios desaparecen a la historia como asignatura, porque privar a los jóvenes de eso es privarlos de la comprensión de sí mismos, quedarnos huérfanos”.
Al ser humano lo conoce no solo en su faceta de literato, sino también como corresponsal de guerra; desde ambas trincheras se construye una mirada en la que se dice convencido de que el ser humano ha entrado en un proceso muy complicado y muy peligroso, porque antes tenía esperanza, sobre todo había palabras que daban esperanza, más allá de lo polémicas que nos suenen en la actualidad: “Socialismo, fascismo o cualquier palabra que la gente honrada, cuando aún no había Auschwitz ni Mussolinis, veía como soluciones”, en palabras del escritor español. “Incluso los anarquistas se movían por una especie de inocencia política o de fe personal, pero hemos visto que en el siglo XX fue la gran decepción: todas las grandes palabras, las grandes historias, terminaron en lo que terminaron: si el siglo XX comenzó como uno de esperanza, terminó siendo uno de decepción, la gente no encuentra grandes palabras nobles, sino un rencor justificado para destruir aquello injusto, porque el futuro como cambio solidario de la humanidad ya se ha perdido, ya no se cree en eso”. Literatura como diversión En su literatura, Arturo PérezReverte cuenta con una serie de personajes que están cerca de la idea del héroe, el Capitán Alatriste o el mismo detective Falcó, pero no lo son de corazón puro, porque el mismo escritor ya no cree en eso, “la vida que llevé me orilló a ya no verlos: ya no puedo ver al héroe inocente, ya todos son oscuros: mi mirada está llena de la oscuridad del ser humano que he visto desde que era reportero”.
Sin embargo, reconoce que si bien el escritor es un tanto pesimista, el ser humano no lo es, “la parte intelectual me lleva a pensar que nadie lúcido puede ser optimista en el mundo que vivimos, pero como ser humano sí hay cosas: está el amor, la amistad, los libros, la solidaridad, un montón de cosas que hacen que el ser humano sí pueda salvarse en lo individual”.
Su más reciente novela lleva por título Eva (Alfaguara, 2017), la nueva aventura del detective Lorenzo Falcó y que transcurre en plena guerra civil española, a la que considera como una época de las últimas oportunidades para los seres humanos.
“Los años 30 fueron los de la guerra mundial, vino el final de un mundo, el capitalismo triunfante: aún había gente con fe, el mundo podía cambiarse para bien; el mundo pudo ser mejor en ese momento, cuando había mucho heroísmo, gente que tenía fe, que se jugaba la vida: mujeres heroicas, falsos pasaportes, un mundo de conspiraciones, de gente que quería darle la vuelta al panorama”.
Pérez-Reverte es un escritor que disfruta de la creación, que se imagina las novelas como si estuviera en su lectura, por eso se define como un lector que accidentalmente escribe novelas, por eso no acude a conferencias o a mesas redondas. ¿A quién acompañarías en una aventura: a Falcó o a Alatriste? Depende. Si es para divertirme, sin duda a Falcó: con él las chicas y la diversión están garantizadas. Ahora, si tuviera que confiarle a alguien mi vida, mi honor… ese sería Alatriste: Falcó es un buen compañero para vivir y Alatriste es un buen compañero para morir.