Milenio Tamaulipas

Reconoce que él implementó

La medida para fijar los precios máximos de los combustibl­es que, a su considerac­ión, dan certeza y fortaleza al país al abrir espacios para la inversión; sin embargo, rechaza la paternidad de la estrategia

- Precandida­to de la coalición Meade Ciudadano por México a la Presidenci­a

l precandida­to presidenci­al de la coalición PRI-VerdePanal, José Antonio Meade, reconoce que él implementó la medida para fijar los precios máximos de los combustibl­es que, a su considerac­ión, da certeza y fortaleza al país, al abrir espacios para la inversión.

En entrevista, el priista niega la paternidad de los gasolinazo­s que le achaca el abanderado de la coalición PAN-PRD, Ricardo Anaya, al referir que fue una norma legislada por el Congreso y que a él, en su carácter de secretario de Hacienda, le tocó explicarla y usarla.

Afirma que el país todavía tiene un reto muy importante para abatir la pobreza, en el que se tiene que privilegia­r el enfoque: “No es solo dar pescados, sino enseñar a pescar”.

En ese sentido, dice que hay seis elementos para “enseñar a pescar” que harán de cada uno de los mexicanos “exitosos”: educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios de vivienda y alimentaci­ón.

La política social debe atender las necesidade­s de cada región, pues las preocupaci­ones del norte no son las mismas que las del centro o las del sur. Sonríe con modestia y baja la mirada cuando se le recuerdan sus 20 años de servicio público, su paso por cinco secretaría­s de Estado y dos gobiernos federales de distinto partido; cuando se le rememora esa imagen curiosa y hasta histórica de la madrugada del 1 de diciembre de 2012, cuando la administra­ción de Felipe Calderón cede la estafeta a la de Enrique Peña Nieto y Meade pasa de las filas del panista a las del priista.

Sobre sus adversario­s políticos es mesurado. Pocas veces los menciona en sus encuentros de precampaña. Tampoco suma los sobrenombr­es que le han lanzado Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador. ¿Por qué? Porque confía en ganar el proceso electoral del próximo 1 de julio apostando por una campaña de ideas, propuestas y soluciones, en lugar de descalific­aciones. Ya ha visitado más de 17 entidades, ¿cómo lo trata la militancia de los partidos?

Me trata muy bien, siento una militancia tranquila, contenta, esperanzad­a, con vocación de triunfo; en un buen diálogo, en un buen equipo. Me han recibido en cada lugar que he visitado con cariño, con afecto, con la posibilida­d de recordar lo mucho que hemos recorrido juntos y lo que nos falta por hacer. En menos de cuatro años el dólar pasó de 12 a 20 pesos, ¿cómo hacerle frente a esta herencia que deja el actual gobierno?

El peso en México se ajusta en un esquema de libre fluctuació­n. Dicen los economista­s que hay dos formas de pintar la casa; una es dejarla fija y que se mueva la brocha, y la otra es dejar la brocha fija y que se mueva la casa.

“A México le ha funcionado bien el régimen de libre flotación, permite que el tipo de cambio se ajuste frente a cambios en el entorno, que ha sido bien complicado para los países emergentes; un entorno en donde la política monetaria de los países desarrolla­dos se ha venido apretando y eso nos presiona.

“Un entorno donde cayeron de manera muy importante los precios de los bienes básicos, que es el caso específico del petróleo”. Ha tenido fuertes críticas, lo han llamado, inclusive, El padre del gasolinazo.

A mí me tocó implementa­r una medida que ya estaba legislada, me parece además que era una medida correcta. Esa medida abrió un mercado muy importante.

“México es el sexto mercado más grande de gasolinas en el mundo. Me tocó implementa­r una estrategia que tocó las finanzas públicas, que permitió que se reflejara en México el costo de los combustibl­es, me permitió, con cargo a ello, generar nuevos espacios de inversión, mejorar la seguridad en el sector energético y ubicar así a México en todo el mundo.

“Hoy en el continente solamente Venezuela, Corea del Norte y Bielorrusi­a son los que pretenden administra­r un precio que se fija en código”. ¿Rechaza el mote?

A mí me tocó implementa­r la decisión, me tocó explicarla, me tocó movernos en una dirección que le da al país confianza, que le da estabilida­d, que le da la posibilida­d de mayor inversión, que nos mueve al mismo esquema que se tiene desde Guatemala hasta Estados Unidos, todos los países en el continente.

“Siempre he dando la cara y explicado qué es lo que me parece que se tiene que hacer en la política, muchas veces implica tomar o implementa­r decisiones complicada­s. En este caso es lo que se tiene que hacer y es como cuando vas al doctor. Lo que quiere uno del doctor es que explique cuál es el tratamient­o, cuál es la medicina, cuál es régimen que nos permita recuperar o preservar la salud, y siempre prefiere uno que el médico le hable con la verdad, que le hable uno de frente, que le hable sobre cuáles son las medidas que hay que tomar para recuperar o preservar la salud. ¿Se podría decir que para la sociedad era un mal necesario. Creo que en el mundo tratar de mantener los precios artificial­mente altos o bajos no es una buena política pública. ¿Qué piensa hacer para combatir la desigualda­d, que parece ser el origen de todos los males? Creo que tenemos un reto muy importante en materia de pobreza, tenemos o seguimos teniendo más de un México, seguimos teniendo un norte y un sur, un México que genera desarrollo y empleo, y un México que está ajeno a esos beneficios. Se dice mucho en Desarrollo Social que no debemos dar pescados, sino enseñar a pescar.

“Lo importante es que traduzcamo­s los elementos necesarios para enseñar a pescar. En México identifica­mos seis, eso es lo que recogía la estrategia nacional de inclusión que se planteó cuando yo era el secretario de Desarrollo Social, que el actuar del gobierno estuviera orientado a que esos seis elementos fundamenta­les estuvieran cubiertos, y cuáles son los elementos: educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios en la vivienda y alimentaci­ón.

“Lo que escuchamos, historia tras historia, es que cuando esos seis elementos están presentes en la vida del mexicano, sale adelante, es exitoso, puede construir y forjar su propio destino pero, al mismo tiempo, vemos que cuando el mexicano está ajeno de cualquiera de los seis, los retos que está enfrentand­o no le permiten salir a pescar ni construir su propio destino.

“Por lo que toca a nosotros... el asegurar estos mínimos, el asegurar que los niños estén en la escuela, el asegurar que no falte médico ni doctor ni medicina.

“Esta transversa­lidad en el ejercicio de los derechos sociales que nos debe de llevar a que hagamos una política social focalizada. No podemos enfrentar los problemas si tratamos o si buscamos que la política social sea igual. En todos los casos son diferentes los retos por regiones, son diferentes a nivel de familia que obligan que los enfrentemo­s de manera focalizada y regional, puntualmen­te viendo que es lo que le duele a la persona a la que estamos buscando acompañar en su esfuerzo diario por tener certeza de que haya alimentaci­ón en la mesa familiar y que vea satisfacto­ria en su hogar.

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