TLC definirá crecimiento de la Central de Abasto en 2018
Comerciantes, a la expectativa de la negociación y su efecto sobre las ventas a EU; ya iniciaron pláticas con naciones de Sudamérica, dice administrador
La Central de Abasto es la segunda unidad económica más importante de país, solo por debajo de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), afirmó el coordinador y administrador general de la Central de Abasto de la Ciudad de México, Sergio Palacios Trejo.
En entrevista con MILENIO, el representante del centro de distribución señaló que la fortaleza radica en que en se venden todos los productos agroalimentarios de consumo nacional, además de que se engloba la cadena productiva de los diferentes productos. “Son 9 mil millones de dólares al año que se mueven en la Central de Abasto, además somos la segunda unidad económica más importante, por debajo de la BMV, y esta cantidad no se genera solamente en el entorno de la Central, sino en la cadena productiva”, comentó.
Para ejemplificar la cifra, dijo que “un camión que sale de Sinaloa lleno de jitomate se le debe contabilizar el chofer, los macheteros, el diésel; es decir, es la actividad generada en torno a la Central de Abasto la que da la cifra, no es exclusivamente lo que pasa aquí dentro”.
Destacó que 80 por ciento de los alimentos que se consumen en la Ciudad de México y la zona metropolitana proviene de este centro de distribución y que 35 por ciento se va a escala nacional; “sería muy delicado si perdiera sus características de operación”.
Palacios Trejo señaló que se tienen 90 mil personas trabajando de manera directa e indirecta, entre márgenes combinados; es decir, que en la estructura administrativa y operativos son mil 300 personas, “pero el resto por ejemplo, los carretilleros son 13 mil 800 empleos, que no tienen un salario y viven de la propina de la gente”.
Añadió que se contabilizan empleados de las diversas bodegas, locales comerciales, trabajadores administrativos, transportistas que trabajan en torno a la central; “por ende somos la mayor concentración de pymes en el país con 6 mil”.
Resaltó que si la Central de Abasto dejara de operar, la afectación a la economía nacional será muy grave. “Es necesario que sepan que este es el principal lugar donde se comercializan los productos nacionales, entonces sería justo se diera un presupuesto”.
El representante del centro de distribución comentó que no cuentan con un presupuesto del gobierno, “considerando que volteen a vernos en los proyectos de infraestructura que no alcanzamos a cubrir con los ingresos propios que tiene el fideicomiso con el que se mantiene la Central”.
Comentó que para el inicio de 2018 la perspectiva de crecimiento de la Central estará en función de lo que se concluya en la revisión del Tratado de Libre Comercio y cómo va a determinarse a partir de la nueva negociación, “si se va a afectar o se va a fortalecer la exportación a Estados Unidos”.
“Independiente al resultado del TLC, estamos empezando a platicar con representantes de gobiernos de países de Sudamérica para fortalecer a la Central”, señaló.
Recordó que a inicios de diciembre de 2017 recibió al agregado comercial de la embajada de Perú, con quien sostuvo un encuentro para fortalecer el comercio, pues “creemos que este puede ser un canal muy fuerte para que productos nacionales independientemente del TLC puedan tener un incremento en sus ventas”.
“Sí nos preocupa lo que suceda con el tratado porque nuestro principal socio comercial es EU, pero creo que lo peor que podemos hacer es quedarnos con los brazos cruzados, lo que debemos hacer es empezar a buscar otros mercados para los productos nacionales”, dijo.
Respecto a la “Nave Chilanga” comentó que fue un proyecto para que las delegaciones rurales de la Ciudad de México aportaran a la
construcción de la nave, “nunca definieron esas delegaciones y menos el presupuesto, el terreno allí está”.
Por su parte, el representante del sector de abarrotes de la Central de Abasto, Alberto Sánchez Arceo, comentó que el número de empresas de ese sector es de casi 320, y que la cantidad de producto que se comercializa al año son alrededor de 15 mil toneladas.
Especificó que los precios se fijan en el centro de distribución, sobre todo precios de granos y semillas, “al no haber una bolsa como la de Chicago, toda la cuestión de fijación de precios por oferta y demanda se da aquí”.
Indicó que son 327 hectáreas en total, de las cuales mil 800 son bodegas de frutas, 2 mil locales comerciales y 400 locales de abarrotes, a eso se le agrega el mercado de cárnicos, flores, hortalizas y bodegas de acopio y transferencia que pertenece al fideicomiso que son alrededor de otros 500 mil metros cuadrados.
Inflación pega a abarrotes
El presidente de Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, dijo que la inflación está por encima del 10 por ciento que reconoce la autoridad, donde perciben un golpe al precio de la canasta básica que, según ellos, es de 15 por ciento de aumento.
Comentó que los productos más afectados han sido las frutas y verduras de carácter de importación y el costo de los traslados; “2018 pinta igual o peor por factores como el TLC, la reforma fiscal y el desempleo que se ha incrementado”.
Dijo que los comerciantes lo que hacen es buscar los mejores precios y obtener la mayor oportunidad de ganancia y asisten a la Central de Abasto para obtener mejores utilidades.
“Para 2018 vemos una tendencia a la baja, en el sentido de que las cosas no pintan para mejorar, ya que de enero a junio van a estar difíciles”, concluyó.