Ya nada asombra a los mexicanos
En un mundo paralelo, el escándalo lla- mado México no da reposo a la prensa, a la intelectualidad y a la sociedad civil. En un mundo paralelo, cada desatino, cada episodio de carácter inverosímil desata una lluvia de protestas y actos de desobediencia que obligan a aplicar correctivos y tapar el pozo aunque ya se haya ahogado el niño, con el consuelo de que solo será un niño. En un mundo paralelo, cada insólito desplante de una autoridad genera tal condena que acarrea renuncias y metidas en cintura. En un mundo paralelo.
Pero en el mundo real la cosa no funciona así. México se especializa ya no solo en romper los más tontos récords Guinness, sino también en coleccionar las más inauditas historias que la prensa ya deja pasar por recurrentes, atenida a la máxima de que la segunda y la tercera vez “ya no son nota”. ¿O cómo explicar que después de un viaje y ajetreado día de traslados aéreos y carreteros, además de horas de trámites judiciales, un juez se equivoque de penal y envíe al recién extraditado Roberto Borge a una cárcel femenil, y horas más tarde se culpe del desatino a la Policía Federal? ¿Cómo puede pasar eso en una situación tan delicada? Solo aquí, en nuestro mundo real.
Otro episodio es la detención de un actor acusado de asesinar a una colega de nacionalidad argentina en un hotel de Mixcoac. El Ministerio Público ejecuta la orden de aprehensión y a un juez, otra vez un juez, le parecen suficientes las pruebas (el video del sitio y los señalamientos directos de testigos) para permitir la captura, pero desestima lo que el hombre alega en su descargo: que el día del crimen él se encontraba en Colombia, hecho de fácil verificación con el pasaporte, el registro aeroportuario del INM y los boletos de avión. Una vez echado abajo el caso con evidencia irrefutable, la fiscalía se atreve a decir que su trabajo fue correcto y cumplió con los procedimientos, respaldada por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, quien desafiante concede que si hay que disculparse con el hombre encarcelado en falso, así se hará. La sociedad atiende ambos desatinos con toda normalidad.
Y la cereza de la semana: el nuevo titular de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, designa al frente del Cisen a Alberto Bazbaz, aquel procurador que no hallaba el cuerpo de la niña Paulette, oculto durante varios días entre el colchón y la cabecera de la recámara... de la propia menor. En el México real, señores, no en el mundo paralelo.