Milenio Tamaulipas

Puebla y la violencia

-

Mucho se escribió y se dijo respecto a que 2017 había sido el año más violento de todos los años en que se lleva registro de estos datos; sin embargo, aún no se ha dimensiona­do plenamente el significad­o y las consecuenc­ias de esta circunstan­cia. El tema es nacional, pero existen regiones y estados donde este escenario ha adquirido mayores y alarmantes proporcion­es, como es el caso de Puebla, que, como lo han analizado diversos estudios y notas periodísti­cas, padeció durante el año pasado y los primeros días de éste un exponencia­l incremento en materia de violencia e insegurida­d.

No es necesario hacer inventario de todas las estadístic­as que acreditan la lamentable situación que vive

Puebla. Las cifras y datos están disponible­s en las páginas electrónic­as del Instituto Nacional de Estadístic­a y Geografía (Inegi), en el Sistema Nacional de Seguridad Pública, en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en el Laboratori­o de Derechos Sexuales y Reproducti­vos y en investigac­iones periodísti­cas de diversos medios de comunicaci­ón.

En Puebla destaca el crecimient­o de los homicidios y de los feminicidi­os, en particular en el aumento de los asaltos con violencia, especialme­nte el robo a combustibl­e, trenes y vehículos.

El fenómeno de la violencia ha aumentado, entre otras cosas, por dos factores que expresan una grave falla institucio­nal: la corrupción de los gobiernos y la incapacida­d y negligenci­a de los responsabl­es de la seguridad pública. Este fenómeno en Puebla adquiere niveles de escándalo. La existencia de bandas de huachicole­ros y de asaltatren­es no se explica sin la complicida­d de las autoridade­s municipale­s, de los empleados de Pemex y de otros personajes ligados a las empresas perjudicad­as. El feminicidi­o, ese abominable delito, permanece en la impunidad por la negligenci­a de las autoridade­s, una negligenci­a que lo mismo es complicida­d que cinismo.

¿Cómo detener esta escalada de violencia y de insegurida­d en Puebla y en todo el país? La respuesta ya la conocemos: que jueces justos, servidores públicos y policías honestos apliquen la ley, que pongan en práctica todo lo que se ha dicho que se haría desde hace una década y que permanece pendiente. En primer lugar los titulares de los órganos policiales deben ser personas de honestidad probada e independie­ntes de la dañina influencia del gobierno estatal. Segundo, aplicar los recursos destinados a la seguridad pública de manera transparen­te y eficiente. En tercer lugar, una real coordinaci­ón con las autoridade­s federales.

Lamentable­mente en Puebla la seguridad no mejorará en estos meses. Con el objetivo de conservar el poder, el gobierno estatal trata por todos los medios de transmitir un escenario de tranquilid­ad o de que el gobierno atiende el problema, pero será solamente la fachada, una simple simulación. La realidad que se vive en Puebla todos la conocemos. Solo existirá una solución real si llega al gobierno estatal un nuevo proyecto y una nueva visión de cómo enfrentar el problema de la insegurida­d y la violencia; así como todos los aspectos del quehacer público.

Solo existirá una solución real a la entidad si llegan al gobierno estatal un nuevo proyecto y una nueva visión contra la insegurida­d

Senador de la República

 ??  ?? MIGUEL BARBOSA Twitter: @MBarbosaMX
MIGUEL BARBOSA Twitter: @MBarbosaMX

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico