Un submarino no hace verano
D espués de ver las últimas encuestas que colocan al dotor Mit en un lejanísimo tercer lugar (ya van a alegar que Consulta Mitofsky es parte de la conexión rusa), si yo fuera el precandidato de la coalición Todos por México (muy aburrido, si le hubieran puesto “Ya sé que no aplauden” o “Yo no soy la señora de la casa” hubieran subido dos puntos en el rating), que no lo soy no por falta de cariño sino de la posibilidad de pasar del PAN al PRI sin mancharme, sin duda ya habría puesto de patitas en la calle al Nuño Artillero (que está más histeriquito que nunca), a Javier Lozano (un tovarich muy muino que cree que su lógica Copelas o cuellos todavía funciona) y a Alejandra Sota, mejor conocida como la pinche sota (Chepina Vázquez Mota dixit), que ya había demostrado su inutilidad harvardiana desde los tiempos de Jelipillo Calderón, que cree que copiando a Trudeau basta y sobra.
Y no se diga el sobrevalorado JJ Rendón, asesor venezolano en materia electoral cuyas campañas sucias están ya muy demodés, como sacadas de un capítulo de Cuna de lobos.
De hecho a mí me parece tan dudoso el trabajo realizado por estos personajes, que si yo fuera el ex secre de Hacienda, dejaría de defender al PRIcámbrico temprano, que, aceptémoslo, es indefendible, me tomaría una sobredosis de AMLObipino y la chapka que ayer me regalaste, la estrenaría hoy, bailando katachó.
Y ya puesto en gastos en la onda del ruso negro del whats, me lanzaría a cazar personalmente a César Duarte cual si fuera un oso de Siberia.
Afortunadamente, después de algunos ejercicios de procrastinación nada más en lo que se ponían de acuerdo para que Chesarito Duarte no fuera a regar el tepache, al fin la PGR ahora sí, quién sabe por qué, lo quiere agarrar al estilo rusinski kinski.
Como quiera que sea, no puede ser que a alguien se le pudo haber ocurrido que era buena idea acusar a Andresmanuelovich de ser parte de un compló ruso ideado por Putin, a menos que eso haya pasado por varias botellas de vodka Kosako. Al rato dirán que el error de la página de Presidencia, donde en vez de referirse a distinguido líder del politburó tricolor, don Enrique Peña Nieto, pusieron a Enrique Iglesias, es otra demostración del compló rusinski debido a que el reguetonero está casado con Anna Kúrnikova.
Por lo pronto, que Mit cante aquello de mi submarino ruso ayer se me perdió, navegando lo dejé y desapareció. ¡Spasiva, tovarich!