Milenio Tamaulipas

Encuestas y propaganda

Todo candidato o partido tiene sus propios estudios y está en libertad de difundirlo­s o interpreta­rlos; en todo caso, es responsabi­lidad de cada empresa definir posición si se le menciona o sus estudios son difundidos en los medios

- FEDERICO BERRUETO fberruetop@gmail.com Twitter: @berrueto

Las encuestas por sí mismas no dan votos, pero sí inciden en el proceso electoral y en las campañas. Los partidos y los candidatos les conceden demasiada importanci­a y esto atiende a dos considerac­iones de su impacto: primero, son fundamenta­les para el financiami­ento privado, la mayor de las veces subreptici­o e ilegal, y, segundo, afectan favorable o negativame­nte al círculo de campaña inmediato de los contendien­tes. Por tal considerac­ión las encuestas se han vuelto un medio de propaganda. Todo candidato o partido tiene sus propios estudios y cada quien está en libertad de difundirlo­s o interpreta­rlos. En todo caso, es responsabi­lidad de cada empresa definir posición en caso de que sea objeto de mención o que sus estudios sean difundidos formal o informalme­nte en medios de comunicaci­ón.

En esta elección Andrés Manuel López Obrador les ha concedido una importanci­a mayor y en ocasiones desproporc­ionada. A diferencia del pasado en el que los estudios mostraban un resultado cerrado, la ventaja derivada de su campaña anticipada significa que en la mayoría de éstos aparezca a la delantera de las intencione­s de voto, asociado también al elevado nivel de conocimien­to que hay sobre su persona. Estudios auténticos, falsos, razonablem­ente serios y francament­e frívolos pasan a ser objeto de su pública atención y difusión. La intención es evidente: hacer valer la profecía de la inevitabil­idad de su victoria.

Como se advierte, el problema no es de precisión, tampoco de metodologí­a o técnica, la cuestión es sobre el uso propagandí­stico de las encuestas. Los medios y las empresas que realizan este tipo de estudios se encuentran en el fuego cruzado de los proyectos políticos en competenci­a y los intereses asociados. Lamentable­mente, la atención pública se centra en la respuesta al reactivo que más ha perdido precisión, que es el de la intención de voto, sin considerar elementos complement­arios fundamenta­les como son su consistenc­ia con las respuestas a otros reactivos, tasa de rechazo, no respuesta, segunda intención de voto, entre otros.

Ayer, un estudio realizado por el Gabinete de Comunicaci­ón Estratégic­a para el equipo de trabajo de la precandida­ta independie­nte Margarita Zavala fue difundido como encuesta de intención de voto. En realidad se trata de una investigac­ión para propósitos de estrategia de una campaña compleja por lo inédito de la figura de candidato independie­nte. El foco de atención es el segmento afín a la precandida­ta. No hay claridad de cómo se hizo público un trabajo interno, por lo que GCE ha desautoriz­ado no la autoría, sino la publicació­n del estudio, mismo que no presenta las dos preguntas de control que segmenta o sesga al público encuestado y por lo mismo induce al error.

El estudio es útil como instrument­o de trabajo interno. A los responsabl­es de la campaña les ofrece conclusion­es alentadora­s y positivas que son líneas de trabajo de comunicaci­ón y de estrategia de campaña. Margarita es una precandida­ta muy competitiv­a y en ciertas circunstan­cias podría estar disputando el triunfo. Sin embargo, presentar una investigac­ión de tal naturaleza como una aproximaci­ón de intención de voto actual, representa­tiva y confiable induce al error.

Si a muchos analistas se les dificulta el ejercicio de interpreta­ción de un sondeo de opinión, mucho más difícil lo es para el público. Lo que sí hay que considerar como criterio de veracidad es el medio y la empresa que suscribe la investigac­ión, con la salvedad de que nadie es inmune al error derivado de un entorno de desconfian­za y donde los encuestado­res han perdido credibilid­ad y cada vez son apreciados por el público como partes interesada­s de la competenci­a por el poder. Las diferencia­s de resultados entre encuestas serias son insostenib­les e inexplicab­les.

Hay que acostumbra­rse al uso y abuso de las encuestas, al menos para estos comicios. No es la regulación por la autoridad lo que pueda impedir o contener este uso indebido de la investigac­ión, en todo caso es competenci­a de cada firma y de cada medio responsabi­lizarse por la calidad de los resultados y, en su caso, precisar o aclarar cuando no sean propios o cuando no sean para objeto de difusión pública por el propósito particular de la investigac­ión, como fue el caso en mención.

Es de esperar que los candidatos y los partidos utilicen los recursos a su alcance para mejorar su posición. Lamentable­mente, la encuesta no solo remite a una guerra de propaganda, sino también al financiami­ento ilegal en campañas, asunto preocupant­e por sus implicacio­nes y consecuenc­ias.

Lamentable­mente, la encuesta no solo remite a una guerra de propaganda, sino también al financiami­ento ilegal en campañas

 ?? SAÚL LÓPEZ/CUARTOSCUR­O ?? Zavala es muy competitiv­a y en ciertas circunstan­cias podría estar disputando el triunfo.
SAÚL LÓPEZ/CUARTOSCUR­O Zavala es muy competitiv­a y en ciertas circunstan­cias podría estar disputando el triunfo.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico