Milenio Tamaulipas

Prepara Tampico Alto su carnaval

Alcalde descarta que se lleve a cabo en la ribera, debido a reparacion­es en vialidad

- Pablo Reyes/Tampico Alto

Habrá carnaval en Tampico Alto en el mes de marzo con el objetivo de dar difusión a las fortalezas de este municipio, además de generar el esparcimie­nto para las familias, aseguró el alcalde Adrián Domínguez Rangel.

Mencionó que por trabajos en una importante vialidad, no se podrá realizar en la ribera donde comúnmente se efectuaban, por lo que se llevará a cabo en la cabecera del municipio con lo que se podrá obtener una derrama económica en favor de los comercios locales. “Se hará el carnaval en marzo, pero por los trabajos de reparación y rehabilita­ción de la calle del boulevard principal de la ribera, lo vamos a cambiar para la cabecera para no entorpecer la obra, pero también invitando a todas las familias, este será un gran evento, que ayuda mucho en el sentido de la derrama económica”.

El alcalde de Tampico Alto, refirió que posterior a este evento, también se dará continuida­d con el festejo de la feria del señor de la Misericord­ia, a quien consideran como el santo patrono en este municipio.

“Aquí nos pueden venir a visitar y a conocer, la invitación es para todos, incluyendo los estados aledaños, de hecho también contamos con un museo de la huasteca muy completo, aquí están los restos de Fray Andrés de Olmos, pueden conocer la iglesia en caso de quien aún no lo haya hecho”.

En esta festividad de años anteriores, se ha recibido la presencia de hasta 10 mil peregrinos, no solo del norte de Veracruz, sino también de Nuevo León, Hidalgo, Tamaulipas y la región, por lo que se estima que este año se pueda superar esta cifra.

El mandatario municipal, agregó que se cuenta con el apoyo de la Policía Estatal en la seguridad y pronto se va a incorporar la nueva Policía Municipal, con lo que se va a crear el clima de tranquilid­ad para que las familias acudan a los eventos con toda la confianza. quel señor estaba leyendo (viendo, más bien) el Kama Sutra. Eso no tendría nada de particular de no ser porque el lector tenía más años que un perico. Lo natural habría sido que estuviera leyendo la Imitación de Cristo, de Kempis, o “En el ocaso de mi vida”, del maestro Vasconcelo­s, pero no esa obra de erotismo. Su nieto mayor le preguntó: “¿Qué lees, abuelo?”. Respondió el anciano, pesaroso: “Un libro muy triste”. “¿Triste? -se asombró el muchacho-. Es el Kama Sutra. ¿Cómo puedes decir que es triste esa obra que enseña a disfrutar la plenitud del sexo?”. “Hijo mío -suspiró el añoso señor-. A mi edad todo lo que tiene que ver con el sexo es algo muy triste”. Simplician­o, joven varón sin ciencia de la vida, casó con Pirulina, muchacha sabidora. Al año del matrimonio ella solicitó el divorcio. El juez de lo familiar llamó al joven marido y le comunicó la demanda de su esposa. “Dice que ya tienen un año de casados, y que usted no ha consumado el matrimonio”. Replicó Simplician­o muy desconcert­ado: “No sabía que tenía prisa”. Ya conocemos a Capronio. Es un sujeto ruin y desconside­rado. Un amigo le dijo: “He notado que llevas siempre en tu cartera un billete de 20 pesos, y que nunca te deshaces de él. ¿Por qué?”. Explicó el majadero: “Es que no tengo una fotografía de mi esposa, y se parece mucho a don Benito Juárez”... El padre Arsilio y el rabino Mohel tenían muy buena amistad. Solían jugar dominó todos los viernes, con el compromiso de que ninguno de ellos invocaría al Señor para pedirle que le enviara buenas manos. Una tarde el rabino pasó por el sacerdote a la iglesia, y se encontró con que tenía una fila muy larga de feligreses que iban a confesarse. En eso sonó el celular del padre Arsilio. Quien llamaba era el obispo, que le ordenaba ir de inmediato a su oficina. El buen sacerdote le dijo al rabino: “No puedo pedirles a los fieles que me esperen, y tampoco puedo despacharl­os después de tanto tiempo que han esperado. Les diré que eres cura como yo. Simplement­e escúchalos e imponles una penitencia. De darles la absolución se encargará el Señor”. El rabino Mohel entró en el confesonar­io. Una linda muchacha le dijo: “Acúsome, padre, de que anoche hice el amor con mi novio”. “De penitencia -le indicó el rabino- rezarás cien padrenuest­ros”. “¡Cien padrenuest­ros! -se asustó la chica-. ¡Por el mismo pecado el padre Arsilio me hace rezar nada más cinco!”. Explicó el rabino: “Es que él no sabe lo sabroso que es eso”. El señor Manguitas, viejo empleado de oficina así llamado por sus compañeros porque se ponía unas mangas con elástico para no ensuciarse los puños de la camisa al escribir, le pidió a don Algón, su jefe, que le permitiera unas palabras. “Dime” -accedió el ejecutivo. “Señor -dijo con temblorosa voz Manguitas-, tengo 45 años de trabajar aquí. En todo ese tiempo no he faltado un solo día, y sólo llegué tarde -6 minutos nada más- el día que fui a darle cristiana sepultura a mi santa madrecita”. “¿6 minutos? -se puso severo don Algon poniéndose en pie para despedirlo-. En adelante procura ser más puntual”. El marido regresó a su casa de su visita al médico y le informó a su esposa: “Dice el médico que no puedo hacer el amor”. “¡Caramba! -se admiró la mujer-. ¿Cómo lo supo?”. Don Chinguetas se sorprendió bastante cuando su esposa doña Macalota, que generalmen­te se mostraba poco interesada en la cuestión del sexo, le dijo: “Tengo una fantasía. Me imagino que estoy con dos mujeres”. “¿Dos mujeres?” -exclamó con azoro don Chinguetas-. “Sí -confirmó doña Macalota-. Una cocinando, la otra haciendo el aseo de la casa, y yo sentada en un sillón viéndolas trabajar”. FIN. La verdad es que al principio todo en el mundo, no nada más las cebras, era en blanco y negro. El crepúsculo era en blanco y negro, lo mismo que el amanecer.

El arco iris era en blanco y negro.

Las flores también eran en blanco y negro. Un día las cosas cambiaron, y se volvieron de colores. (Claro, con excepción de las cebras, que siguieron siendo en blanco y negro). Entonces el crepúsculo y el amanecer se pintaron de rosicler y púrpura, y el arco iris tuvo todos los colores del iris, y las flores lucieron tonos que nadie jamás había visto.

El Espíritu le preguntó al Creador, emocionado: -¿Por qué hiciste eso? Respondió el Señor:

-Es que alguna vez los hombres inventarán algo que se llama “Technicolo­r”, y no puedo dejar que se me adelanten.

¡Hasta mañana!... “. Se hacen encuestas sobre la próxima elección presidenci­al.”.

Hay de aquéllas y de éstas según se está viendo ya. Encuestas de todo habrá (menos sobre las encuestas).D

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