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%acho: Mai, los tiempos no están para cobardes, cardíacos o chairos paranoides… aunque señales para andar en es ‘mood’ sobran.
Chucho: ¡Y vaya que sí! El mundo mundial anda más que patidifuso, y eso namás con la llevada y traída de ‘documentos’ que prueban, aprueban y desaprueban tales o cuales cosas.
B: ¿Y sas’ qué… SAS’ QUÉ? Eso pasa porque no se hizo bien la chamba previa. ¿Te acuerdas que hablamos sobre el manejo de escenarios? ¿Te acuerdas?
C: Sí, Mai, sí me acuerdo, pero toma en cuenta que la onda empresarial tiene un ápice de entropía.
B: ‘Ah pusí’, pero por ello, Mai, siempre será menester allegarse fuentes confiables de información, validadas y comprobadas de una u otra forma.
C: ‘Ira’, el asunto es que siempre será mucho más conveniente curarse en salud que luego andar buscando parches y menjurjes para las ampollas, raspadas y pocholacas similares.
B: Y aquí es donde volteamos a ver al tomador de decisiones y su staff, que son quienes luego andan de ‘córrele que te alcanzo’ para hacer propuestas que ayuden a que los daños sean menores.
C: Pus sí, pero ‘probes’, casi siempre andan bailando con las más fea; pero algo bueno hay en esto: se van curtiendo, van haciendo coraza.
B: Eeeeeso sí pa’ que veas, ahí llevas razón; a fuerza de tanto ‘raspón’ provocado por la incertidumbre, van haciendo callo y la capacidad de reacción se hace más efectiva.
C: ¡Deja tú! Además de eso, van creando modelos a modo para agilizar la generación de acciones.
B: Y eso genera una actitud diferente del equipo que permea a toda la organización; la curva de reacción se compacta, se hace más corta, y las consecuencias no adquieren mayores dimensiones.
C: En todo caso es vital que la organización fomente la integración de ‘equipos de choque’ que puedan actuar de este modo, porque los problemas afuera siempre estarán.
B: Clarín, Mai, por ello deseamos que se acaben esas empresas que se la viven llorando cuando se les cae el sistema.
C: Ya lo dijo Martin Lutero: “Sólo el que decide, existe”.
B: Ay, wey.