Colonos en Altamira dan marcha atrás a plan antirrobo; temen represalias de delincuentes
Bienestar Social de Altamira no ha podido conformar los Comités de Seguridad
Hace un año cuatro meses que no funcionan los Comités de Seguridad en las 300 colonias de Altamira; Bienestar Social no ha podido conformarlos debido a que por temor los ciudadanos se rehúsan a participar. Los intentos de vecinos para organizarse y hacer frente a la delincuencia, como chats o recorridos, han sido abandonados.
La colonia Las Adelitas, está ubicada al poniente de la ciudad, un sector que quedó atrás de dos de los fraccionamientos más grandes que hay en Altamira, la rodean Los Prados y Haciendas. Ahí hay hasta tres robos y asaltos cada 24 horas.
Los vecinos aseguran que los ladrones son adolescentes, que drogados atacan, no estudian y no trabajan, pese a que son menores de edad los vecinos no se atreven a organizarse, confesó la señora Patricia Orozco Hernández, pues tienen miedo. “Tenemos miedo a organizarnos y que los delincuentes se den cuenta, que nos estén vigilando y cuando puedan hacernos daño, andan armados y drogados, aquí la patrulla nunca entra, nosotros quedamos desprotegidos contra los delincuentes, tampoco la gente se anima a hacer detenciones y menos a negarse a entregar las cosas en un asalto, pues andan armados”.
Sabino Rocha, director municipal de Bienestar Social, y a quien le corresponde conformar los Comités de Seguridad, explicó que no han podido hacerlo en un año cuatro meses, desde que tomaron la actual administración, pues aunque lo han intentado los vecinos no quieren participar.
El problema, dijo, está más presente en los 40 fraccionamientos, ahí no hay manera de que los vecinos decidan hacer pública su colaboración en el Comité de Seguridad, por temor a las represalias de la delincuencia.
En diciembre, luego del asesinato de una mujer, los vecinos del fraccionamiento El Edén, cercano al centro de la ciudad, protestaron por la cantidad de delitos que se cometen en su sector, hicieron reuniones y acordaron hacer grupos de WhatsApp y rondines de vigilancia.
Ellos mandaron un escrito al entonces delegado regional de la Policía Estatal, Alejandro Beaven, querían recibir capacitación para poder hacer detenciones cuidadas sin violar los derechos de los delincuentes.
En enero decidieron abandonar el proyecto, que nunca pudieron poner en marcha, pues las autoridades les habían prometido que la medida sería respaldada con un aumento en la vigilancia por parte de los policías, lo que nunca ocurrió.
El secretario de la Comisión de Gobierno y Seguridad del Cabildo de Altamira, el regidor, Julio Favio Ramos, reconoció que pese a que el Ayuntamiento de Altamira está obligado a contar con una Unidad de Prevención del Delito, en seis años y dos administraciones municipales nunca se conformó, apenas este año entrará en operación, está tiene como labor trabajar con los vecinos, junto con Bienestar Social, para poner a funcionar los Comités de Seguridad.
La unidad deberá llevar las estadísticas de la comisión de delitos denunciados en la ciudad y medir la participación de las corporaciones que brindan seguridad, de lo que hasta ahora no tienen cifras. “Cuando se abra el esquema de la Unidad se van a abrir las bases, se harán juntas, se les hará la invitación, se les dará la confianza que necesitan los vecinos, cuando lleguemos a ese punto se va a conocer cómo se va a trabajar con los comités”.
El regidor además precisó que habrá un cambio en la estrategia para cuidar Altamira, la medida fue anunciada por la PGR y la Policía Federal, en una reunión con las autoridades del Ayuntamiento, el objetivo es que haya bases en la ciudad para que los efectivos de Gendarmería puedan quedarse y no tener que ir a descansar o comer hasta Madero o Tampico.
Los vecinos no quieren participar, tienen miedo a organizarse, pese a los constantes asaltos