Legendarios huapangueros unidos en torno a J. J. Aguilar
A casí dos meses de la desaparición del poeta, sus familiares lo recuerdan hoy con un homenaje denominado “Mi última voluntad”, su poesía y música tradicional “...Al mar, mis pies volverán, a Tampico y a Árbol Grande, Tam, Tam...”
MI ÚLTIMA VOLUNTAD,esunhomenaje que reúne a lo más rancio abolengo de nuestro folclore en la zona; ahí donde en los años 70’s se congregaban -venidos de todos los rincones de la Huasteca-, los mejores músicos, ejecutantes e intérpretes de son y huapango al Bar Comercio (Bar- Co), Nuevamente llegan a Tampico, para despedir y honrar la memoria del poeta Juan Jesús Aguilar, grandes de la música tradicional.
En aquellos años, legendarios músicos se reunieron en el puerto, en la llamada Catedral del huapango; éste día, otra vez coinciden, para materializar y cumplir la que sus hijos han dado a conocer como su “última voluntad”, bardo tampiqueño -desaparecido el pasado 4 de enero del presente año-, para festejar los que hubieran sido sus 73 años de vida.
Dentro del programa, una primera participación estará el grupo de lectores de poesía en voz alta Tomiyauh, el cual dirigido por la doctora Ana Elena Díaz Alejo e integrado por las voces, de More Castillo; Gilberto Castañeda y Guillermo Guzmán, quienes estarán encargados de realizar la lectura de su obra, en la que se incluyen al parecer escritos inéditos, trabajos que habría reservado para el festejo de su 73 aniversario.
Quizá una de los momentos más esperados de esta tarde-noche, se el reencuentro de los pocos ejecutantes vivos de la tradición, legendarios músicos del son huasteco; incluidos en el libro que publicara Juan Jesús Aguilar, casi dos décadas atrás “Los trovadores huastecos en Tamaulipas”. El jazz de la Huasteca Estarán improvisando, el incomparable violinista Joel Monroy; don Martín Godoy; el trío Alegría Huasteca (Basilio Aguilar, Juan Balleza y don Chanito), don Porfirio Díaz y sus Caimanes de Tampico. Pero no solo eso, además se sumarán a este festejo, el jaranero Jorge Morenos; el virtuoso violín huasteco de Osiris Caballero; el joven quintero veracruzano Nelson Salazar; la obra visual de Juan Aguilar y las percusiones de Evaristo Aguilar, sus hijos, herederos y difusores de la tradición.
Se recordará su canto, como profecía; historias de amor; reductos de sonido y el dolor y alegría de su puño y letra; donde predomina el eco del mar, sol, hierba y tierra, que siempre regresan. Augurios escritos en la obra de vate que este 19 de febrero en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, podrán ser escuchados esta tarde. Para muestra un botón: “Del bejucal al desierto, de la sabana a la selva; el canto de la hierba, el sonido de la arena, del huerto. El canto siempre es así, en lo seco o en la humedad. No olvidan la identidad mujeres y hombres trovando, tristeza o milicia andando, curtiendo la soledad; yo que he sido trashumante, improviso donde quiero; vivo el deseo, el trasiego, cantando por todo El Mante; dirán que soy un tunante, pero ha sido mi destino, me ha llevado al exatino por donde el viento sopló, y ese ha sido mi dolor, encontrarme al olvido. Más he de volver camino, al Tamesí y al Pánuco, al Mante, al Golfo “Jaiba gigante”, Matarredonda y el chalán; al mar, mis pies volverán, a Tampico y Árbol Grande, Tam, Tam”.
Es un evento único, con el respaldo de la Facultad de Música y Artes de la UA T, Café Cultura; organizado por su estirpe: sus amados hijos, herederos del linaje de artista y del talento, convocantes de sus más íntimos amigos para que se sumen al cartel artístico de música y poesía, para seguir honrando su memoria y recordarlo, de la manera como lo deseaba. La entrada será libre, abierta a todo público.