Zarpa científica mexicana pionera en la Antártida
Es una de las 78 investigadoras que partieron ayer en una expedición que tiene el objetivo de analizar fenómenos relacionados con el cambio climático
Sandra Guzmán, la primera científica mexicana que irá a la Antártida, dijo que su objetivo es estudiar desde diferentes prismas los efectos del cambio climático para comunicar correctamente la información y generar acciones que combatan la problemática.
La también activista ambiental desde hace más de 15 años se mostró orgullosa de su rol como única mexicana de esta expedición de 78 mujeres que pretende, a través del estudio de este territorio, dilucidar “qué tipo de acciones hacen falta para atender el problema a nivel global”.
Ayer a las 2 de la tarde, hora de México, las mujeres seleccionadas por el programa Homeward Bound abordaron el buque Ushuaia y partieron rumbo al gélido territorio, en el que permanecerán 30 días, y comenzarán visitando varios centros de operación que pertenecen a diferentes países para ver “cuáles son los avances en la investigación”. Divulgar datos Uno de los principales problemas de la ciencia hecha en la Antártida, señaló la experta con maestría en política y regulación ambiental, es la falta de pericia a la hora de comunicar a gobiernos y sociedad civil la cantidad ingente de datos que se está recabando en estas bases científicas.
“Hay mucha información que se está generando en la Antártida pero no toda es pública”, aseguró Guzmán, quien también es fundadora y coordinadora del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC).
Por ello, la experta tiene como objetivo identificar “estos vacíos en términos de información” y comunicar sus hallazgos a mandatarios internacionales, “empezando por el presidente” de México, Enrique Peña Nieto, agregó.
La Antártida es un territorio del que se sabe poco, está compuesto en 90 por ciento de hielo y tiene las mayores reservas de agua dulce del planeta (entre un 70 y 80 por ciento).
Esta extensión helada, explicó la especialista, “ayuda a regular el clima” haciendo contrapeso al calentamiento global. Lamentablemente, abundó, los glaciares en ese continente se derriten de manera acelerada y “en los últimos años se ha detectado un fuerte debilitamiento de los hielos... Si sigue aumentando la temperatura, la Antártida no va a ser suficiente para balancear el clima”, advirtió. Extinción de especies Otra de sus preocupaciones es la muerte de especies endémicas, como es el caso de los pingüinos, de los que cada vez se registran más muertes por inanición pro- vocada por la escasez de alimento.
La muerte de esas aves, detalló la experta, es señal de un problema en toda la cadena trófica de la zona causada por el cambio climático, pues con el aumento de la temperatura mueren algas que alimentan a los peces y estos a su vez alimentan a los pingüinos, no solo en la Antártida, sino en otras partes del mundo.
Esto se entiende a partir de la base de que “todas las especies están conectadas con otras de una manera u otra”, por lo que estos fallecimientos son producto de una alteración de la cadena provocada por el calentamiento global. “Aunque pensamos en la Antártida como un continente lejano, está íntimamente relacionado con lo que hacemos en cualquier lugar del mundo”, aseguró Guzmán.
Por tanto, la experta asistirá con el objetivo personal de “conocer más cómo estas especies están siendo afectadas y cómo esto afecta a la cadena alimenticia”.
Sobre la labor de las mujeres en la comunidad científica y en especial en las acciones que hacen frente al cambio climático, comentó que las científicas tienen “ideas innovadoras para ver los problemas de una manera diferente”.
Como mujeres, “tenemos un sentido más estricto de la protección que los hombres y eso es algo que nos caracteriza, compartimos más una visión colectiva”, reflexionó, muy convencida del potencial de este pensamiento como arma de defensa ambiental.
Durante tres semanas la investigadora deberá hacer frente a las temperaturas heladas y a los miedos en una expedición que consideró esencial para el desarrollo de las mujeres en la ciencia y para detener el cambio climático, un problema real que avanza a velocidades preocupantes.