Milenio Tamaulipas

DON LUIS TIENE 110 AÑOS DE EDAD Y AÚN LE GUSTA CAMINAR

Nunca se imaginó que llegaría a ser uno de los 30 abuelitos centenario­s que viven en Altamira, y goza de cabal salud

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A unque el promedio de vida es de no más de 80 años en Altamira, actualment­e en el municipio hay 30 abuelitos que superan la estadístic­a, tienen más de 100 años y muchos de ellos están todavía activos, caminan, y no padecen enfermedad­es crónicas. Don Luis Nolasco tiene 110 años, aunque su credencial del INE dice que tiene 100 años, pues lo registraro­n ya grande, no escucha muy bien, por la edad, pero cuenta que no tiene ninguna enfermedad que lo obligue a tomar medicament­o. “No estoy enfermo de nada, no tomo pastillas para nada, solo que me caí y me lastimé esta pierna, (señala la derecha), pero de ahí nada más”. Vive con su esposa Alicia, de 70 años, y para distraerse hace mesas y otros objetos con madera. Le gusta mucho salir, para trasladarl­o con sus amigos su hijo lo lleva en un triciclo. Hasta hace poco caminaba bien, sin embargo al caer se lastimó una de sus piernas, que le molesta si está mucho tiempo de pie o si camina largas distancias.

Tiene una silla de ruedas pero no quiere usarla, no quiere dejar de caminar, cree que perderá la capacidad si no se ejercita, incluso fue honesto con el DIF municipal cuando le ofrecieron una nueva: “no la necesito”, dijo, pues “ya tengo una en mi casa”. Tampoco quiso estrenar bastón, ya que usa uno de madera, se lo talló uno de sus nietos que ya murió, por eso lo guarda con mucho cariño y quiere usarlo hasta que Dios se lo permita, dijo.

Lo que sí quiere es un andador para poder desplazars­e a grandes distancias, sin que lo tengan que ir apoyando sus familiares. Don Luis era un hombre de campo, trabajó casi toda su vida cuidando un rancho, le gustaba sembrar y criar ganado, de hecho vivía en la zona rural hasta que se cayó, y una de sus hijas le propuso estar en la ciudad para facilitar su traslado al médico, y ahora vive en la colonia Bahía.

Para don Luis el secreto para superar los 100 años de edad es “creer en Dios, pues solo él decide quién se muere y quién sigue vivo”, dice. Tiene cuatro hijos, 20 nietos y 4 bisnietos, confiesa que antes tomaba mucho y fumaba, pero cuando se acercó a la Iglesia se alejó de todos los vicios, sin embargo reconoce que le gusta mucho salir a la calle, ya que pertenece a un club de la tercera edad y siempre quiere participar en las actividade­s.

“Mi hijo me lleva, tiene un triciclo, ahí me voy y me lleva al club o a la Iglesia, me gusta mucho ir a la Iglesia”.

Confiesa “no me imagine que iba a vivir muchos años”, se ríe mientras habla de su edad, también cuando dice que tiene muchos nietos, y se le ve contento cuando cuenta que conoce a sus bisnietos.

Al respecto María Elena Villafuert­e, coordinado­ra de Adulto Activo, explicó que en Altamira hay 30 abuelitos que pasan los 100 años de edad, muchos de ellos pertenecen a clubes del adulto mayor, y aunque por la edad tienen problemas para caminar, no quieren usar aparatos pues temen perder la movilidad. “Arriba de 100, tenemos unas 30 personas, hombres y mujeres, más en la zona rural se encuentran abuelitos de edad muy avanzada, el más viejito es de 110 años más o menos”, dijo. m

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El secreto para vivir mucho, es creer en Dios, dijo el abuelito.

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