VECINOS FUERON LOS “HÉROES SIN CAPA” EN EL INCENDIO
Alertaron a las autoridades y corrieron a rescatar a los afectados, y ahora ayudarán para que se recuperen
Tras el incendio ocasionado por un corto circuito que se registró el domingo, donde cuatro familias perdieron su hogar, los habitantes de la colonia Felipe Carrillo Puerto no se quedaron con los brazos cruzados y demostraron que en Ciudad Madero hay “héroes sin capa”.
Los vecinos fueron los primeros en alertar a las autoridades de Protección Civil del incidente, así como en intentar sacar las pertenencias de las más de 20 personas que vivían en la cuartería. También fueron los primeros en organizar cuadrillas de limpieza tras el suceso e inclusive algunos decidieron introducirse al fuego para rescatar a los que quedaron atrapados entre las llamas. Una de ellas es Rosa Edith Morales, quien vive a lado de los damnificados. La deportista resultó con quemaduras en su rostro; el fuego no se introdujo a su hogar, por el contrario, al percatarse de que un adulto de la tercera edad todavía no podía desalojar su vivienda, Rosa decidió entrar a buscarlo, “tenemos toda una vida de conocerlos, la primera reacción es correr ayudar, gracias a Dios no hubo pérdidas humanas. Sin embargo, dos de sus mascotas, un perro y un gato, no lograron salir a tiempo”. Describió que el abuelito no quería abandonar su casa debido a que ahí guardaba su dinero, “él tenía miedo de perderlo todo y no logró sacar su efectivo, pero este lunes al regresar al lugar de los hechos lo encontró, no saben cuánto nos alegró”.
Por otra parte, en el grupo Garza Lazo optó por pedir autorización a la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, localizada en la calle Pachuca, para llevar a cabo un concierto con el objetivo de recaudar fondos. Los residentes de la zona explicaron que es una agrupación profesional que nació en la colonia y al observar la situación de sus amigos decidió sumarse a las acciones de ayuda.
Ante las muestras de solidaridad, Fermín Tovar de 46 años, uno de los afectados, mencionó que los vecinos han sido implacables desde que vieron las consecuencias del incidente, “puros vecinos que se han dado a la tarea de acompañarnos, unos traen el desayuno, otros la comida, todos mis respetos. Estos muy agradecido porque lo poquito que salvamos fue por ellos y ahora que acabó el fuego, comienza lo más difícil, pero no nos han abandonado”. Describió que desde el domingo por la noche comenzaron a llegar con bolsas de ropa, despensa, zapatos y toldos, “perdimos nuestro hogar y el negocio de elotes que teníamos, aquí vivíamos 4 familias, mi hija, mi esposa, mis papás y mis hermanas mayores estábamos en los cuartitos de 8 x 6 metros, ahorita solicitamos donaciones de madera y ladrillos para volver a empezar”.
En el sitio permanecen decenas de hombres y mujeres que, con palas, picos, martillos, cubetas guantes y escobas, intentan recuperar los objetos de valor, “pues yo los conozco desde chiquito y en situaciones así no ayudas por compromiso, sino por empatía, porque eso le pudo pasar a cualquiera, de un corto nadie se puede salvar”, señaló uno de los jóvenes mientras retiraba una carretilla con escombros del lugar.