México (el otro), en el que sueñan desde el Tec
En medio de las campañas presidenciales, acaba de publicarse un libro que propone una manera diferente de pensar el futuro del país, más allá de los proyectos sexenales. Se trata de Un México posible, escrito a cuatro manos por José Antonio Fernández, presidente del Consejo de Administración de Femsa y del Consejo Directivo del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, y Salvador Alva, presidente de propio ITESM.
“Lo que nos pasó a los dos es que, al estar viajando a otras universidades y otros países, vimos que era importante poner en el debate a un México posible; sobre qué tendríamos que hacer para tener un México más moderno, para energizar a una sociedad a discutir una agenda para la época que vivimos”, explica Alva. Desde hace dos años comenzaron a bocetar este libro (el primero de Fernández y el tercero de Alva), a recopilar experiencias y mucha información dura nacional.
El libro no es una plataforma política (“no nos interesa entrar en este terreno. Ya lo entregamos a todos los partidos y candidatos”), sino un modelo diferente para aplicar cambios de calado profundo que sirvan más de catapulta que de escalera para subir a mejores posiciones en los
rankings de desarrollo, equidad y eficiencia. Hoy, en la mayoría de los listados internacionales, somos un país de ‘mitad de tabla’ cuando por tamaño ocupamos el lugar #15.
Con el ADN empresarial que los dos comparten (uno al frente de la mayor embotelladora de Coca-Cola fuera de EU y el otro, ex presidente para Latam de Pepsico), el plan para poner al país en la Revolución 4.0 se asienta en cuatro pilares que ellos consideran que existen, pero que necesitarían de anabólicos: talento pujante, comprometido y capaz; vibrante espíritu emprendedor; un gran lugar para vivir, seguro y lleno de oportunidades y un ecosistema amigable para la innovación.
“Registramos las marcas ‘Un México posible’ y ‘El país del sí’, para regalárselas al candidato ganador, porque este es al final de todo un documento escrito para los líderes en todos los ámbitos, para que comencemos a tener un debate de altura”, destaca Alva.
Fernández y Alva proponen una nueva forma de organizar el gobierno (“el modelo actual, cerrado, no sirve porque es de hace 40 años”), para que sea más tecnológico, transparente, veloz y barato. El libro no se enfoca en los problemas estructurales actuales —como corrupción, inseguridad o desigualdad—, sino en el destino al que debería aspirar el país.
Tanto en las empresas como en los países, el ‘qué’ es solo 10 por ciento de la solución: en la implementación, en los ‘cómo’ es dónde están las barreras a voltear.
¿Tendrá este libro la potencia para encender ese debate de altura que proponen los líderes del Tec?