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'entro de la tipología del personal que labora en una empresa anteriormente comentada en este espacio, se encuentra el trabajador problema: gente que medio trabaja pero que consciente o inconscientemente busca llamar la atención, generando trifulca.
¿Le ha tocado tratar a un trabajador problemático?, ¿esas personas conflictivas que caen mal por su forma de enredar las cosas y complicar situaciones que tienen una pronta solución? No se preocupe, amigo lector: existen en todas las empresas.
Es gente inquieta que busca estar en la atención de la gente, por lo regular, de manera negativa; tienen una justificación psicológica de su actuar, se ostentan como “sinceros” o “directos”, cuando en realidad son groseros, imprudentes y con poco tacto social. Evidentemente, causan molestias al personal de su negocio, pero además al consumidor, quien es el centro de la empresa.
¿Qué se debe hacer con ellos? Por parte de su jefe inmediato, a quien le corresponde jerárquicamente, un seguimiento de su conducta inadecuada, la que genera broncas: reportar todo conflicto que genere y proceder con el reglamento interior de trabajo para ejecutar la sanción. Cuando se levante el acta administrativa o el reporte del suceso, debe quedar registrado que en caso de seguir con la conducta no adecuada, se procederá con un castigo más severo, y así hasta llegar a la última consecuencia legal de su desacato: el despido justificado.
¿Por qué sobreviven los empleados problema? Porque no hay un reglamento claro de cómo proceder contra ellos, porque se les deja hacer lo que les plazca y no hay consecuencias de su actuar; o en el peor de los casos, el jefe espera a que llegue “el gran problema” para correrlo.
Otro consejo para el jefe: manéjese con el conflictivo con bajo nivel de emoción y alta racionalidad. No se enganche con él porque provoca más zacapela y le da pie a ese empleado para su defensa.
Recuerde, amigo lector: el trabajador llega hasta donde la empresa se lo permite.