Periodistas inculpados denuncian tortura
La mañana de este martes, en conferencia de prensa, Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos en Nuevo Laredo, informó que los periodistas involucrados en el asesinato de Carlos Domínguez, denunciaron que fueron víctimas de privación ilegal de la libertad, tortura e incomunicación, por parte de los agentes de la Policía Estatal adscritos a la Procuraduría General de Justicia en el Estado de Tamaulipas. “Recibimos una queja el pasado 26 de marzo por parte de tres periodistas Luis Ignacio Valtierra, Juan Jesús González y Gabriel Garza, ellos se encuentran detenidos en el Cedes de Nuevo Laredo acusados del delito de homicidio calificado, pero lo que nosotros queremos denunciar públicamente, es su detención arbitraria, incomunicación y tortura por parte de policías adscritos a la PGJE y su involucramiento en un homicidio del señor Carlos Domínguez, del cual sabemos que son ajenos de una investigación falsa”, mencionó.
Aseguró que los detenidos denunciaron que fueron golpeados por los oficiales y que no se identificaron al momento de su detención, que fueron presionados de manera psicológica inclusive hasta ponerles una bolsa en la cabeza y golpearlos en los costados de su cuerpo.
“El caso de Jesús Zúñiga, al momento de sus detención los elementos no se identificaron, no portaban vehículos rotulados, no portaban ningún uniforme o credencial que los acredite como tales y comienzan a ser víctimas de una presión psicológica primero de un delito que no cometieron y en el caso de Jesús se le colocó una bolsa en la cabeza para asfixiar y después fue golpeado en un costado de su cuerpo”.
“En caso de los otros dos periodistas también refieren que fueron torturados mediante la tortura psicológica, que seguramente vamos a poder demostrar en las próximas semanas con la participación de peritos especializados, para que confesaran algo que ellos no cometieron. La presión psicológica deriva en amenaza hacia sus familiares, en amenazas a su integridad para encontrarles responsabilidad”, comentó Raymundo Ramos, presidente de Derechos Humanos en Nuevo Laredo.