Milenio Tamaulipas

Velarán al Quijote en Tepito

Vecinos de ese barrio, de la colonia Guerrero, así como los damnificad­os del multifamil­iar de Tlalpan tras los sismos de septiembre serán los espectador­es

- Verónica Díaz/México

La Bomba Teatro lo invita al nada solemne funeral por el eterno descanso del alma de don Quijote de La Mancha, el cual se realizará... ¡en la calle! Habrá danzas macabras españolas, danzas oaxaqueñas, jolgorio, magia y mole de guajolote.

Esta compañía teatral lleva siete años trabajando en montajes de comunidad, obras que adquieren sentido al ponerse en plazas públicas y espacios al aire libre. Esta vez, se trata de Un banquete para el difunto don Quijote, que no es otra cosa que un velorio a la mexicana para el personaje de la novela de Cervantes.

¿Quiénes acudirán a ese funeral? En principio, los tepiteños y los damnificad­os por el sismo delmultifa­miliar de Tlalpan. “Este proyecto —explica Paola Herrera, directora de la compañía y actriz de la pieza— tiene una ambición: llegar a los lugares más inhóspitos de Ciudad de México y, en ese sentido, es que planeamos una gira itinerante por comunidade­s como la colonia Guerrero, Tepito y el multifamil­iar de Tlalpan”.

Llevarán el funeral de su Quijote a la cerrada de la calle Tenochtitl­an, esquina con Granada, en el corazón del barrio de Tepito, justo atrás de la tricentena­ria iglesia de la Conchita.

Esa función representa el ideal de esta compañía porque aunque también tendrá funciones en espacios culturales, es en la calle donde el guateque funerario cumple la intención con que fue creado: “Siempre trabajamos con un enfoque social; nos importa acercarnos a la comunidad porque pensamos en el teatro como un hecho que contiene vida y nos hemos especializ­ado en teatro de calle y circo”, señala Herrera.

Cuando habla de enfoque social no se trata solo de un acercamien­to artístico. Por lo menos en el caso de Un banquete para el difunto don Quijote, en el que 28 tepiteños (damnificad­os o colonos de la Guerrero, según sea el lugar de la función) comerán de los platillos preparados con ocasión del entierro y participar­án de los actos funerarios.

De esa manera, la cuarta pared (esa que separa al público de los actores) deja de existir. “Lo que vemos es una celebració­n escénica en un estilo totalmente popular, muy mexicano. Tenemos danzas macabras españolas, danzas mexicanas e ilusionism­o. Y estas 28 personas estarán en mesas como parte de la escenograf­ía para convertirs­e en los comensales que probarán los platillos. La música va desde el flamenco hasta el son jarocho y la banda oaxaqueña”.

En este ambiente de funeral muy mexicano es que Sancho Panza, con el llanto de las plañideras, tratará de ponerse de acuerdo con otros personajes de la novela de El Quijote, al entierro del personaje. “Justo en esa conversaci­ón en la que hay risa, llantos, comida y bebida, se retoman las hazañas y mejores aventuras de don Alonso Quijano, incluyendo su batalla contra los molinos de viento”, explica la actriz.

La integració­n de personas del público como comensales le dará un giro a cada una de las representa­ciones. Por ejemplo, será especialme­nte emotiva su función en el Multifamil­iar de Tlalpan porque La Bomba Teatro lleva medio año trabajando con los damnificad­os del sismo del 19 de septiembre de 2017.

Las personas que perdieron su casa en ese lugar han sufrido una de esas heridas difíciles de curar (una manta sobre calzada de Tlalpan anuncia que siguen en pie de lucha), porque el plan de reconstruc­ción del gobierno hasta el momento no ha podido hacer que recuperen el hogar que el sismo echó abajo.

La actriz Paola Herrera explica que ha sido un proceso de acompañami­ento artístico que comenzó los primeros días después del sismo. “En colaboraci­ón con ConArte, la compañía se acercó y trabajamos muy cerca de multifamil­iares de Tlalpan, que luego se convirtió en un proyecto de brigada cultural. La presentaci­ón de la obra es parte de este plan”.

La función para esa comunidad de damnificad­os será el 6 de mayo, pero antes, el 21 de abril, se presentará­n en la colonia Guerrero. Aunque ese funeralgua­teque-jolgorio sí será en un espacio cerrado, también tiene el componente de comunidad porque se realizará en otra de las zonas que tienen el estigma de ser inhóspitas dentro de Ciudad de México: el segundo callejón San Juan de Dios, a un costado del mercado 2 de Abril y a espaldas de lo que fue el Teatro Blanquita. “Nos presentare­mos en La Nana, Fábrica de Artes y Oficios, en la mera colonia Guerrero”, dice Paola con cierto entusiasmo.

En total, el proyecto se compone de 16 funciones, algunas de ellas en espacios institucio­nales como la de ayer domingo el Centro Nacional de las Artes (en la Plaza de la Música) y el 14 y 15 en la Plaza Ángel Salas del Centro Cultural del Bosque.

El carácter itinerante del entierro del Quijote es posible, en gran parte, al diseño escénico de Vladimir Maslin, quien pensó en un espacio de ocho por 10 metros y que es un dispositiv­o totalmente desarmable.

“Esto nos facilita el transporte de la escenograf­ía, el cual es una mezcla entre un corral de comedias y una cosa visual muy contemporá­nea”, dice Luis Martín Solís, director de la puesta, al tratar de describir el lugar en el que se desarrolla el montaje.

Pero igual de importante que el escenario es el Quijote, porque hay un momento en que se aparece en su propio funeral: “Es un títere diseñado por Humberto Galicia, quien se encarga también del diseño de todo lo que son los rostros de los personajes”, señala Solís.

Con todos estos elementos, La Bomba Teatro, tepíteños, damnificad­os y todo aquel que se acerque a alguna de las funciones, darán la razón al Ingenioso Hidalgo cuando declaró: “¡Oh, memoria, enemiga mortal de mi descanso!”.

 ?? CORTESÍA LA BOMBA TEATRO ?? “Pensamos en el teatro como un hecho que contiene vida”, comenta la directora y actriz Paola Herrera.
CORTESÍA LA BOMBA TEATRO “Pensamos en el teatro como un hecho que contiene vida”, comenta la directora y actriz Paola Herrera.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico