Doña Cristina desde hace
28 años vende en los botaderos, con lo cual ha logrado costear los estudios de sus hijos
Miles de personas no cuentan con una acta de nacimiento en el norte de Veracruz, esto debido a que los documentos se perdieron a causa de un incendio en el lugar en donde se resguardaban, pero también en la digitalización de los mismos fueron extraviados, lo que a su vez genera que los afectados tengan que hacer una largo trámite para recuperarlos.
Ante esta situación el alcalde de Pánuco Fernando Molina Her- nández solicitó al representante de la casa de gobierno del norte de Veracruz, Israel Ramírez Herrera que se informara a las instancias correspondientes para que de manera coordinada, se diera un esquema legal que abatiera la tramitología excesiva, que fuera más rápido los movimientos a realizar para obtener el documento oficial.
Pidió que este plan entre en en vigor lo más rápido posible y se ofreció a analizar la situación con el titular del Registro Civil en el estado, toda vez que actualmente se tiene que dar en casi todos los casos, un juicio de información testimonial que es tardado, que tiene que ser ante un juez y por sus trámites sale costoso a la economía de los ciudadanos, principalmente a los de la zona rural que además tiene que pagar traslados.
Dijo que un trámite de estos en la actualidad tarda entre tres o cuatro meses y muy a menudo acuden los ciudadanos a la alcaldía para solicitar ayuda, pero en este caso solo se puede hacer con apego a la normatividad vigente.
El presidente municipal mencionó que espera que con apego a la misma, se simplifiquen los trámites y se tenga el acta en mucho menos tiempo.
Refirió el edil panuquense que este documento es importante para realizar trámites oficiales, por lo que se mantendrá al pendiente del avance del esta solicitud para que de forma inmendiata se resuelva.m
Fernando Molina solicitó al Gobierno Estatal apoyar esta problemática
ristina Rivera Allende madre soltera residente en el municipio de Pueblo Viejo, logró sacar a sus cuatro hijos adelante tanto con alimentos como en el tema de estudios, ahora tres de ellos ya han alcanzado diferentes profesiones y el más chico se prepara en administración de empresas.
A base de trabajo es como consiguió preparar a sus hijos para que puedan mejorar su situación económica, todo esto mediante la venta desde hace 28 años de ropa de segunda mano en botaderos de la ciudad, pero también planchando y limpiando en casas ajenas.
Al tener a su último hijo, su esposo la abandonó dejándola a su suerte. Los primeros días fueron difíciles para ella, pues lamentaba lo que había sucedido, sin embargo, al ver a sus hijos tomó fuerzas y decidió luchar para sacarlos adelante.
Así fue como a los 30 años de edad, comenzó a buscar trabajo en las casas realizando actividades cotidianas, de donde logró obtener ingresos para mantener a su familia.
Algunos de ellos ya estaban estudiando y no querían perder la escuela, así que ellos también para ayudar a su mamá, consiguieron algunos empleos de medio turno para ayudar con los gastos del hogar, pero también de manera académica.
Posteriormente la señora Cristina, pensó en instalarse en las banquetas para vender ropa de segunda mano, pues no alcanzaba para la univerdidad de sus hijos, quienes tenían todo el deseo de superarse.
Así consiguió su permiso ante el municipio hace casi tres décadas, junto dinero para comprar ropa en el mercado de Germinal ubicado en el municipio de Tampico Tamaulipas y ahora la revende en las aceras de la Zona Centro de Pueblo Viejo para obtener un ingreso extra.
Después de que su familia trabajó en equipo, en la actualidad su hija mayor es Contadora, su hijo Ingeniero y otra es enfermera, todos ellos con estudios terminados de la universidad, mientras que el más pequeño continúa su preparación.
Ahora las cosas para su pequeño negocio no han sido del todo bien del 2017 a la fecha, ya que las ventas cada día van disminuyendo por el desempleo que se vive en la zona norte de Veracruz, situación que propicia que su ganancia al día sea de 20 pesos.
Es por eso que sus hijos que ya también laboran en empleos más formales, le ayudan económicamente para sacar al más pequeño de sus hermanos para que también logre concluir con sus estudios.
“No me importa que me critiquen por vender en las banquetas, estoy muy feliz porque mis hijos y yo logramos salir adelante, después del abandono de su padre, tengo 28 años vendiendo y trabajando en las casas, todos nos apoyamos”, declaró Cristina Rivera.
Espera que la situación económica mejore en la zona norte del estado para que puedan mejorar sus ventas, considera que debe de continuar con el negocios hasta que su último hijo logre sus objetivos académicos.