LA SEDENA ABRE SUS PUERTAS
Familias conviven con el 15o. Batallón de Infantería
El 15vo Batallón de Infantería recibió la visita de más de 2 mil 600 personas durante los paseos dominicales, en su mayoría niños, quienes conocieron el equipo, perros entrenados y hasta el armamento militar.
Es domingo por la mañana, comienza a verse un gran movimiento frente a las instalaciones militares en entrada Tancol del municipio de Tampico. Decenas de automóviles cubren la calle Rivera de Champayan, algo que no ocurre cada fin de semana.
Autoridades militares, como parte de sus actividades de acercamiento con la sociedad civil, abren sus puertas y hacen la invitación con personal uniformado en la entrada para que la gente pudiera pasar a conocer este lugar, al que solo personal autorizado puede acceder.
La sonrisa en los rostros de los niños es algo que no se puede ocultar. Algunos corriendo, otros brincando, tomados de las manos de sus padres no aguantan más las ganas de entrar a las instalaciones del Batallón de Infantería.
Los primeros en recibirlos son elementos utilizando un camuflaje que simula plantas y hierbas en zonas verdes. Les dan las recomendaciones, al mismo tiempo que les explican los puntos a visitar en el recorrido. También los adultos muestran cara de emoción y asombro.
Pese a que se registran altas temperaturas, los niños se muestran con mucha energía, sobre todo para pasar corriendo y brincando sobre los obstáculos que colocó el personal militar como entretenimiento.
“Acércate no muerde”, le dice un militar a un niño al momento de presentarle a uno de los perros militares que tienen la tarea de detectar droga y armas durante los operativos que realiza el Ejército Mexicano.
El menor temeroso, aún no decide si acercarse o no, pero su madre lo carga y lo pone junto al canino para tomarles la foto. Automáticamente pierde el miedo y lo toma de las orejas para crear una toma chistosa.
El lugar más recurrido es la tirolesa, la fila es demasiado larga, todos los niños quieren desplazarse por esta cuerda para llegar al otro extremo. “Mira papá como en misión imposible”, “yo me quiero subir, tómame la foto”, argumentó un menor cuando subió a una de las camionetas militares para usar la tirolesa.
Como si fueran combis, las camionetas que utilizan los elementos del ejército para realizar rondines en las calles ahora pasean a decenas de niños que gritan por todo el trayecto, levantan las manos y saludan a los presentes.
“Pesa mucho”, exclaman quienes decidieron medirse los chalecos antibalas y cascos de uso exclusivo del ejército, mismo que sirve para mejorar sus defensas en caso de algún enfrentamiento.
Llega el turno de la demostración de perros entrenados. Colocan diversas maletas con artículos diversos, algunos de ellos armas. Frente a los diferentes grupos de personas, buscan cosas prohibidas, dando con el blanco.
Al término de la actividad, las familias que pasaron un tiempo de esparcimiento salen y preguntan cuándo volverá a haber eventos de este tipo porque tienen toda la intención de regresar para continuar conociendo las acciones que realizan los elementos del Ejército Mexicano.M
Los habitantes se retiraron con la intención de volver, pues gustaron de la convivencia militar