Por qué AMLO va tan arriba en las encuestas

El miércoles se publicaron dos nuevas encuestas, una de Reforma y otra de Parametría. En la primera, López Obrador va ganando 2 a 1 a Ricardo Anaya, el segundo lugar. Y no solo eso, rebasó ya 50 por ciento de intención de voto, algo no visto desde tiempos de la hegemonía priista. En la segunda su ventaja es menos amplia pero no por mucho: tiene alrededor de 45% de la intención, número también sorprendente en estos tiempos de voto dividido.

Horas antes, en un mitin en Papantla, Veracruz, López Obrador preguntó a sus seguidores: “¿Saben aquí en Papantla alguna cuestión que haya resuelto la Suprema Corte en beneficio del pueblo?”. Él mismo se respondió: “¡Nada!”.

Hace unos años esa frase hubiera desatado una crisis dentro de las esferas políticas y dentro de la intención de voto, con justa razón. Hoy es un comentario más dentro de una campaña que luce imparable.

Mientras esto sucedía, Ricardo Anaya seguía batallando con los problemas usuales dentro de su así llamado Frente. Su peor enemigo dejó de ser, desde hace tiempo, externo. Hoy es él. Una vez más, decidió borrarse después del debate. Incluso José Antonio Meade, cuya campaña lleva tiempo en desahucio, ha colocado más puntos de discusión en la agenda nacional: toda la semana pasada se habló de Nestora Salgado.

Aun así, el tema no fue algo que hiciera o propusiera Meade, sino algo que estaba haciendo López Obrador. Ni Meade ni Anaya han estado a la altura requerida de la contienda, y hoy ni en alianza podrían hacer competencia al puntero.

Quizás de manera impensable, la frase que mejor define esta elección la dijo Margarita Zavala en el programa Tercer grado, cuando anunció que dejaba la campaña presidencial.

“… Qué desesperación me daba cuando el otro lado solo exigía para ser presidente no ser López Obrador. Pídanle más, pidan más para el país…”, dijo.

Y tuvo toda la razón. Había que haber pedido, de hecho exigido, más al sistema político. No lo hicimos. Y por eso las encuestas tienen a AMLO 20 puntos arriba a un mes de ir a votar.