Ante un poco más
De 25 mil personas reunidas en la Velaria de la Feria de León, agradece el respaldo a su proyecto durante los 90 días de su campaña
o vale nada la vida, la vida no vale nada”, tarareó el candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, durante su mitin de cierre de campaña en León, Guanajuato.
Envalentonado por el apoyo del único panista de renombre que lo acompañó en todo su trabajo proselitista, Diego Fernández de Cevallos, dejó de lado el formalismo y en la tierra de José Alfredo Jimenez —bastión panista por tradición— y alzó los brazos en señal de triunfo al lado de Diego Sinhué, candidato de la alianza a la gubernatura del estado.
Y como dice la canción “Caminos de Guanajuato”: Ahí se apuesta la vida, y se respeta al que gana, el panista con tintes amarillos y naranjas llamó a sus huestes a dar el último esfuerzo, incluso pidió dejar el alma el próximo domingo.
Anaya arribó a su mitin en la Velaria de la Feria de León a las 18:37 horas, y durante 10 minutos saludó de mano y beso a los asistentes, incluso su esposa, Carolina, tomó las fotografías del recuerdo.
Como nunca, durante los últimos tres meses de campaña, al candidato se le vio suelto, a gusto, sin protocolos ni cronómetro que le marcara el tiempo para salir corriendo para tomar un avión de regreso a Ciudad de México y planear su siguiente visita a otro estado.
El panista se levantó muy temprano para leer la síntesis informativa, después se dirigió a su casa de campaña en Polanco, donde convivió con Chuleta y Olivia, dos perritas representantes de la iniciativa #Haztucompromiso para que se garanticen sus derechos y espacios saludables, y más tarde viajó a Guanajuato.
El equipo de campaña decidió que su cierre se realizara en el bastión panista de Guanajuato, clave durante los 90 días, ya que el tercer evento masivo, el pasado 30 de marzo, fue en el estadio de futbol Miguel Alemán Valdés, donde convocó a poco más de 25 mil personas. El mismo número, según datos del equipo, que se congregó ayer en la Velaria de la Feria de León.
A diferencia de otros actos de cierre, en Guanajuato no hubo personalidades que ambientaran a los militantes, solo se escucharon las cumbias de Los Ángeles Azules a través de una pista.
Un par de animadores y un operador de música fueron los encargados del acto que duró alrededor de cuatro horas; los simpatizantes fueron llegando en camiones, autos, transporte público y a pie.
A ocho metros metros del escenario una bandera arcoíris sobresalió entre las amarillas y albiazules. Sin embargo, el panista no mencionó los temas que han hecho a la capital del país una ciudad progresista: el aborto, la eutanasia y los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Anaya agradeció a quienes lo acompañaron en estos meses de trabajo, “porque las campañas representan sacrificios”. Las menciones especiales fueron para su esposa: “El amor de mi vida”, Carolina, así como para sus hijos Santiago, Mateo y Carmen, quienes no asistieron.
Otros invitados fueron Luis Felipe Bravo Mena, Carlos Medina Plascencia, Josefina Vázquez Mota y los nietos de Manuel Gómez Morín.
En el acto no hubo una sola palabra sobre los siete de los 12 gobernadores del PAN que dijeron que trabajarán con el gobierno que resulte electo el próximo domingo.
Con aplausos y gritos de “¡presidente!”, además de una lluvia de papeles de colores, concluyó el último acto proselitista del candidato a la Presidencia por la coalición Por México al Frente.
Anaya no descuidó a los simpatizantes que no lo pudieron acompañar en León y a través de las redes sociales mantuvo contacto con ellos.
“Luchamos por las causas correctas y somos invencibles porque luchamos con el corazón. Aun en las últimas horas, lo vamos a entregar todo por nuestro país. ¡Vamos juntos, con fuerza, con esperanza, por el México que soñamos!”, publicó en Twitter.
Durante los 90 días de campaña, el panista viajó por tierra, mar y aire para presentar sus propuestas; fueron 220 actos públicos ante militantes y seguidores de 31 de los 32 estados. No pisó la tierra de Morelos, debido a las diferencias con el gobernador, Graco Ramírez.