Gas natural para transporte pelea por el servicio público
Empresarios del sector citan como ejemplos a Ciudad Juárez y Monterrey, donde la alternativa avanza por contar con infraestructura de distribución
El gas natural vehicular es un combustible que arranca con una importante demanda; primero en el transporte público como ya sucede en Monterrey, Ciudad Juárez y próximamente en Puebla y Querétaro, y una vez desarrollada la infraestructura ira por el mercado particular.
De acuerdo con el presidente de la recién creada Asociación Mexicana de Gas Natural Vehicular (Amgnv), Andrés Bayona, existen muchas ciudades que tienen empresas de transporte público con altos consumos, por lo que hay un gran potencial de mercado.
En México circulan 40 millones de vehículos, de los que 95 por ciento es a gasolina o diésel, por lo que existen todas las condiciones para desarrollar el negocio de combustible ecológico, económico y seguro.
Sumadas a los cambios derivados de la reforma energética, así como el incremento en el precio de la gasolina, los transportistas están obligados a buscar alternativas de combustibles más económicos, como el gas natural.
Bayona explicó que “en el pasado no existían condiciones de negocio y siempre prevaleció el beneficio económico sobre el ecológico”, pero una reserva de 100 años de gas shale propició una caída en el precio de la molécula.
Con un precio de dos a uno respecto a la gasolina, y con la misma capacidad energética, los consumidores de gas natural logran ahorros importantes, por lo que existe un desarrollo importante en autobuses, taxis o camiones de distribución de carga.
Añadió que con ese ahorro de 50 por ciento y aunado a que con la liberación de precios de la gasolina y el diésel no sé sabe si aumentarán o bajarán, existe una oportunidad para optar por el gas natural y reducir costos, por lo que se espera que el mercado pueda alcanzar los 30 mil millones de dólares.
Comparado con Brasil, Argentina, Bolivia, Perú y Colombia, en México aún no existe una participación importante del gas natural en la flota vehicular, pues apenas se limita a 15 mil vehículos, aunque se prevé que a finales de año pueda escalar a 25 mil unidades y a 3 millones en 10 años, de acuerdo con las previsiones de la Amgnv. Reto de infraestructura Aunque en el norte del país ya es utilizado el gas natural, Andrés Bayona señaló que la infraestructura es incipiente; “estamos en pañales, pero es el inicio de un potencial detonante de negocio hacia un mayor número de estaciones de servicio y mayor demanda”.
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) ya lo tiene previsto, con las estaciones de servicio multimodal, cuyos equipos permiten despachar gas natural, gasolina, diésel y gas licuado de petróleo para consumo vehicular. “Dicha infraestructura está instalada en un mismo predio, pero bajo sistemas independientes bien identificados, diferenciados y con el cumplimiento de la normativa técnica aplicable a cada tipo de combustible”, indicó la comisión.
En tanto, Ulises Pérez, miembro del comité de Gas Natural Vehicular, de la Amgnv, y también director general de la empresa GNCV, que realiza la conversión de los vehículos a este sistema, explicó que la industria depende mucho del suministro de ese combustible, pero lamentablemente en México aún no se tiene una infraestructura importante.
“Ya existe nueva tecnología que permite llevar gas en tráiler y recomprimir en el sitio; ya hay muchas de estas estaciones móviles, pues los trámites de
Autobuses, camiones y taxis ven en el gas natural como combustible una alternativa económica
operación son menos rigurosos y eso ha propiciado en los últimos dos años el desarrollo de la industria del gas natural vehicular”, agregó.
De acuerdo con la CRE, se han otorgado tres permisos de expendio al público de gas natural en estaciones de servicio multimodal: dos en Puebla y una en Ciudad de México.
Pérez dijo que hay en funcionamiento 33 estaciones de servicio de gas natural vehicular, número muy bajo para un país que necesita por lo menos mil 700, para abarcar 7 por ciento de su parque vehicular.
“En los últimos dos años el crecimiento de la industria ha sido bastante grande respecto a los anteriores, ya que no había ningún incentivo en la industria, pero derivado de los cambios existe un gran interés de los inversionistas en el gas natural vehicular”, afirmó el directivo de GNCV.
La reforma energética implantó una legislación en la regulación de precios que genera certidumbre en la industria, por lo que las alzas en la gasolina obligaron a buscar alternativas de combustible.
Los proyectos de gas natural vehicular siempre arrancan con el objetivo del parque automotor de alto consumo, y en la medida en que se agota se centra en una segunda fase, las flotillas de las empresas, posteriormente los autos particulares, todo esto derivado de infraestructura de estaciones, ya que en la medida en que crezcan se puede abarcar este último mercado. Conversiones Ulises Pérez explicó que en México 95 por ciento de las conversiones se realizan a servicio público y 5 por ciento a flotillas; la empresa que representa cuenta con talleres propios y una red de aliados en los que realizan hasta 500 conversiones mensuales y 300 con sus socios.
“El mayor volumen de conversiones se hace en la zona metropolitana de Ciudad de México, la segunda es en Querétaro y Aguascalientes.
Las ciudades de mayor proyección a corto plazo son Guadalajara y Monterrey, esto derivado del mayor número de ductos para poner las estaciones y que tienen un parque vehicular grande”.
La empresa GNCV realiza las conversiones de taxis a un costo promedio de 30 mil pesos y en el caso de una vagoneta alcanza 45 mil pesos, todo dependiendo de los requerimientos de cada cliente. Para autos particulares es marginal, ante la dificultad de hallar suficientes estaciones de carga.
Incluso las agencias se han dado cuenta de esta oportunidad y GNVC tiene convenios con distribuidores Nissan, Toyota, Ford y Volkswagen en autos cero kilómetros, para que salgan de nuevos con el equipo y conservando la garantía de fábrica.
Las conversiones representan 15 por ciento para la compañía, mientras que 85 es para vehículos usados o nuevos, pero fuera de este esquema. “Actualmente estas alianzas comerciales con las agencias solo es para vehículos pesados como vagonetas o taxis, para vehículos particulares no existe y no hay un interés de parte de la industria”, comentó.
Y aunque en otros países existe algún tipo de estímulo fiscal, como conversiones exentas de IVA o disminución en impuesto de vehículos, en el país el mayor incentivo a nivel de Ciudad de México es que el vehículo se puede homologar y circular diario, el beneficio del ahorro en combustibles y una mayor facilidad en aprobar la verificación.
“En materia ambiental un vehículo tiene que pasar las mismas condiciones de verificación solo que tiene la ventaja de que los resultados de las emisiones son favorables”, afirmó el directivo.
Ulises Pérez explicó que existen proyectos que están evolucionando en la Secretaría de Medio Ambiente, que establecen condiciones favorables para los vehículos que utilicen gas natural; por ejemplo que las verificaciones sean en periodos más prolongados y no semestralmente, pero aún no hay nada oficial.