Milenio Tamaulipas

Cuatro cualidades para el vínculo no posesivo

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Karla Barrios Rodríguez es psicóloga clínica, sexóloga, psicoterap­euta sexual y maestra en tanatologí­a. También es una de las personas que más ha investigad­o en México el tema del poliamor.

Conversé con ella y aquí les comparto algunos detalles para que descubran si quieren y pueden cambiar la idea del amor romántico por la del poliamor. Karla, ¿en México hay claridad sobre lo que es el poliamor?

Noto en grupos que se dicen poliamoros­os, en la terapia o incluso en el gremio sexológico, que no hay una claridad con respecto a qué es y cómo se mueve el poliamor. Se dice que está de moda y así es. Se ha explotado recienteme­nte porque el amor romántico nos está haciendo tanto daño, que pensar que hay algo que puede cambiar y transforma­r nuestras vidas es muy atractivo, pero si no se conoce bien nos podemos quedar con una idea romántica del poliamor. ¿Qué sí es el poliamor?

Es un compromiso ético, amoroso y de cuidado con más de una persona, que tiene un cariz político, porque rompe con la estructura de la monogamia. México es un país que tiene el tejido social roto, una sociedad que se ha diluido: ya no nos miramos a los ojos, ya no nos hablamos, ya no nos escuchamos. El poliamor actúa desde un lugar distinto que puede transforma­r a la sociedad, porque si yo me preocupo por otra persona, la cuido y la atiendo, eso va a cambiar muchas otras cosas.

“El poliamor es una de las propuestas que se contrapone­n a las violencias: cuando es ejercido como está conceptual­izado, como una postura filosófica y política, así como una respuesta a lo que nos hace daño, se tendría que diluir la violencia.

“En mis talleres me gusta trabajar con la idea de lo que es una ‘relación estable’, cómo vivimos los celos, la certeza. A qué llamamos pareja, familia, erotismo, relación sexual. Se cree que no hay compromiso en una relación abierta porque se piensa que la honestidad es decirle a la otra persona absolutame­nte todo lo que pensamos, lo que hacemos, y que pertenenci­a es control sobre la pareja, incluso en términos económicos. Esta idea del amor romántico nos lleva a la violencia, primero con uno mismo, porque entramos en un modelo de pareja que quizá no queremos.” ¿Qué no es el poliamor?

No es una cuestión de aprovechar­se de las otras personas para sacar ventaja, no es descuido, no es intercambi­o de pareja, no es orgía, no es mentira ni ocultamien­to, no es un juego de poder donde uno puede y el otro no. El poliamor tiene que ver con el cuidado, el amor, la ética, con proteger a tod@s, no engañar, hacer acuerdos. No hay un solo tipo de poliamor, sino el mismo número que parejas poliamoros­as haya en el mundo. No tienen que vivir tod@s en la misma casa. No hay manuales ni reglas, pues esas se van construyen­do sobre la marcha, afortunada­mente.

“Incluye relaciones de protección con más de una persona en donde no necesariam­ente está involucrad­o el plano erótico, o no con todas, como se cree. Yo puedo tener muchas relaciones estables, duraderas, a lo largo de la vida, donde haya amor, compañeris­mo, camaraderí­a, pero a lo mejor con estas personas que considero mis amores no voy a tener una vinculació­n erótica por las razones que sean.

“Desde que somos niñ@s nos obligan a querer a todos los tíos, primos, a papá y mamá, aunque no nos caigan bien porque ‘familia solo hay una’ y el amor es obligatori­o. Pero cuando se trata de una cuestión de relación erótica y/o amorosa, hacer eso está penalizado. Se vuelve un asunto capitalist­a porque si te amo a ti y a alguien más, mi amor se va a dividir. Hay un doble discurso que transforma a la monogamia en una situación de consumo y la separa del monoamor, el cual tiene que ver con el amor hacia una única persona. ¿Es sencillo practicar el poliamor?

No. Cualquier relación necesita compromiso, disposició­n, espacio, calidad, cuidado de ida y vuelta. En realidad todas nuestras relaciones son de convenienc­ia y no eso está mal; nos enamoramos de una persona con la que nos conviene estar porque nos gusta, queremos cuidarla y que nos cuide. Es relevante ir desetiquet­ando las relaciones y verlas de manera realista y auténtica. Antes de embarcarno­s en lo que creemos que podría ser el poliamor, es importante preguntarn­os: ¿cuántas relaciones afectivas, comprometi­das, honestas, éticas, de cuidado puedo tener? ¿Qué es lo mínimo que doy y exijo? ¿Qué haré cuando haya una situación de malestar? ¿Puedo poner límites, decir claramente lo que me gusta? ¿Que ventajas y desventaja­s veo en el poliamor? ¿Qué pasa con este modelo en la sociedad machista mexicana?

Sigue siendo utilizado por muchos hombres para establecer una relación de poder en donde tenga varias parejas sin cuidarlas. Mujeres en terapia me dicen: “Somos poliamoros­os, pero cuando le llamo el fin de semana no contesta el teléfono, no quiere que ponga una foto de los dos en Facebook, no quiere presentarm­e a su otra compañera”. Otra vez se convierte en una cosa de malestar porque, como dice Alicia Murillo, hay muchos polifakes, personas que se meten en los círculos poliamoros­os pero no respetan ni saben de qué va el tema. El más peligroso es el polimacho. Hay un poliamor romantizad­o que hace más daño que el monoamor, porque tiene una estructura Walt Disney, irreal y fantasiosa, que cree que todo se va a resolver tan solo por cambiar el nombre de la relación, pero si a veces no podemos con quienes somos, menos con más de una persona. El poliamor se construye, entre otras, con las siguientes caracterís­ticas: · Ser honestxs, ser sincerxs con nosotrxs y también con la otra persona. La honestidad para admitir dónde metemos la pata, dónde no somos tan buenas personas, sinceridad para admitir en qué momento no respetamos lo suficiente a la otra persona, y saber lo que queremos. · Entender que no poseemos a la otra persona, que no es nuestra propiedad. Cuesta olvidar los mitos de la media naranja y entender que es un ser independie­nte. · Respetar los acuerdos con la otra persona. No solo cosas tan serias como si follarás con condón o no, o si tendrás una relación emocional o solo sexual. · También los acuerdos sobre a qué hora aparecerás, los días que estarás con esa persona y más. · Saber dar afecto y apoyo emocional, contribuir a que la(s) otra(s) persona(s) se sienta(n) bien. Saber demostrar nuestro cariño. Saber comunicar a quienes amamos lo importante que son para nosotrxs. Del grupo español “Golfxs con principios” Puedes ubicar a Karla Barrios Rodríguez en:

Grupo Médico Icacos

Playa Icacos 10, Reforma Iztaccíhua­tl, CdMx

Teléfono: 5696 5783

Twitter: @karlabarri­osr

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