La bancada que cupo en una selfie
Miguel Ángel Osorio Chong quería gobernar a unos 130 millones de personas. Curtido en las lides políticas, ya había sido mandatario en Hidalgo y con Enrique Peña Nieto ocupaba la secretaría más poderosa, la de Gobernación, posición siempre propicia para pensar en ser candidato a la grande. El Presidente no lo desengañó a tiempo y lo dejó hacer, perfilarse, a grado tal que lanzó videos en redes sociales, sin logotipos de Bucareli, anticipando sus pretensiones, mientras José Antonio Meade guardaba silencio desde Hacienda.
Con los antecedentes de saber lo que es ganar una posición de representación popular y comandar Gobernación, no pocos proyectaban al hidalguense como futuro candidato del PRI, en el que ha militado toda su vida, por lo que incluso cumplía con los estatutos partidistas, los mismos que fueron adaptados al cuarto para las doce por orden del Presidente y consumación del entonces jefe del tricolor, Enrique Ochoa Reza, para etiquetar la candidatura y que nadie se hiciera bolas, como decía Carlos Salinas.
El golpe debió ser descomunal sobre todo quizá por la lealtad que el funcionario dispensó a lo largo del sexenio a su jefe, y aun antes, desde que él y Luis Videgaray estaban en campaña en 2012 y ganaron la elección presidencial por 3 millones de votos. Consta a no pocos cómo enfurecía por las críticas y la prensa adversa a Peña Nieto, a veces por encima incluso de la propia aprehensión de los mandos en Los Pinos o del mandatario.
Tuvo en contra no solo a varios miembros del gabinete que jugaron al tapado, como Videgaray mismo y Aurelio Nuño, sino los resultados en una de las materias de su esfera, el combate a la inseguridad, desde la que recibió el primer impacto con la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán y después se le formaron Tlatlaya y Ayotzinapa, embates ante los que hay poca defensa y menos en una campaña. Era como poner un candidato de tiro al blanco.
Ayer, Osorio Chong, el que soñó con gobernar a unos 130 millones de personas, reapareció para la confirmación de que será el coordinador de apenas 12 almas en el Senado, acaso 13 si prospera el recurso de Eruviel Ávila. Una cantidad de mexicanos tan magra que cupo en una selfie.