Aspirantes a curas no estarán internados en el seminario
La Arquidiócesis de México estrena modalidad de formación para sacerdotes a fin de que tengan una preparación pastoral más cercana a las personas
La nueva modalidad de formación de seminaristas en la parroquias, sin estar internados en el seminario, inició en la Arquidiócesis de México, con la apertura de siete casas sacerdotales; éste es uno de los proyectos más importantes que se propuso implementar el cardenal Carlos Aguiar Retes.
En un principio, serán aproximadamente 40 alumnos los que realizarán su formación teológica en parroquias, dentro de pequeñas comunidades de seminaristas, bajo este nuevo sistema que ya no considera la modalidad de internado.
Objetivos
El padre Federico Altbach, rector del Seminario Conciliar de México, explicó que con esta modalidad se persiguen varios objetivos: “Primero, que los seminaristas tengan un acompañamiento más cercano de parte de formadores y párrocos; segundo, que puedan conocer todas las facetas de la vida parroquial; tercero, que se les dé un tipo de formación pastoral más cercana a las personas y desarrollen actitudes misioneras, de servicio, alejadas del clericalismo, y cuarto, que destaquen en las comunidades parroquiales por ser sencillos”.
Este modelo también busca potenciar la promoción vocacional “es decir, que los seminaristas, al estar más tiempo en las comunidades, entusiasmen a otros jóvenes a descubrir su vocación cristiana, que bien puede ser la del sacerdocio”, agregó.
Otra de los objetivos “es que los jóvenes aprendan a vivir con diversos compañeros, a compartir la vida, y con esto se inserten en las Unidades Pastorales y compartan con otros colegas el ejercicio del ministerio, que se apoyen mutuamente y trabajen en proyectos comunes de evangelización”.
El Sistema de Información de la Arquidiócesis de México difundió la entrevista con el rector, quien dio a conocer que cinco de las siete casas sacerdotales para seminaristas se instalaron en parroquias de la sexta vicaría; una más en la séptima y otra en la octava, donde ya están organizados tanto párrocos como formadores.
“Hay entusiasmo por parte de todos. La idea es involucrar también a los miembros de las comunidades, para que al igual participen y vivan con alegría esta nueva experiencia”, señaló el rector.
En cuanto a los estudiantes que concluyeron la etapa de Filosofía, Altbach señaló que éstos iniciarán la de Discernimiento Presbiteral, durante la cual vivirán con sus familias como parte de una reinserción al hogar.
“Deberán buscar un trabajo, o bien, se les ayudará a conseguir uno. Es un tiempo en el que podrán entender el significado del trabajo, apreciar los esfuerzos que hacen todas las personas para ganarse el sustento. Pero a la vez tendrán el acompañamiento de un director espiritual y un formador, a fin de que puedan seguir madurando su proceso vocacional”, detalló.
“Se espera que al concluir esta etapa puedan tener una decisión más firme sobre su caminar hacia la ordenación sacerdotal”, agregó.
Finalmente, Altbach explicó que este año será el único en el que no habrá primer año de Teología; “pero ya iniciamos de lleno con este nuevo modelo de formación” que fue propuesto por el arzobispo primado de México.
Cambios en sacramentos
El cardenal Carlos Aguiar Retes publicó esta semana el decreto sobre la edad para recibir por vez primera los sacramentos de la primera comunión y la con- firmación, en el cual establece cambios en los requisitos que deben cumplir los fieles de la Arquidiócesis de México.
La modificación principal es relativa a los tiempos de preparación para recibir dichos sacramentos, ya que actualmente, en la mayoría de las parroquias, esos catecismos duran un año.
A partir del decreto expedido por el cardenal Aguiar, la edad mínima para hacer la primera comunión es a los nueve años, siempre que haya recibido la catequesis correspondiente, que ahora durará dos años. Para la confirmación la edad mínima es a los 12 y el tiempo de preparación debe ser de tres años.