Roberto Moyado, el capo
De Tepito, era abastecido de coca por el cártel de Jalisco y células de los Beltrán Leyva
El gobierno capitalino ha desplegado labores preventivas, de inteligencia y de campo para desarticular no solo a La Unión de Tepito, sino a la organización antagónica Fuerza Anti-Unión, que son los grupos que han generado “gran violencia y rebasado límites” en Ciudad de México, afirmó el secretario de Seguridad Pública, Raymundo Collins.
Debido a esto y tras la captura de Roberto Moyado Esparza, El Betito, el jefe de gobierno de CdMx, José Ramón Amieva, anunció que 3 mil integrantes del Estado Mayor Policial reforzarán el patrullaje principalmente en el centro de la capital.
Collins agregó que luego de que la Policía Federal capturó al líder de La Unión, otro de los objetivos prioritarios es Jorge Flores Concha, El Tortas, dirigente de Fuerza Anti-Unión.
En entrevista con MILENIO, negó que la capital del país atraviese por una situación de inseguridad similar a la que los cárteles han desatado en Ciudad Juárez, Chihuahua, así como en Jalisco, Guanajuato y otras entidades, donde las víctimas son ejecutadas con extrema crueldad, desmembradas, decapitadas y sus cuerpos abandonados con narcomensajes.
Aunque en meses recientes la capital ha pasado por un escenario similar, el funcionario atajó: “Definitivamente estamos muy lejos de una situación de ese tipo, el crimen no ha rebasado al gobierno de CdMx”.
Adelantó que habrá más capturas de miembros de los “principales grupos generadores de violencia”, para lo cual se trabaja en coordinación con diversos organismos y dependencias del gobierno federal.
Enfatizó que las acciones para combatir el asentamiento y surgimiento de estos grupos criminales serán permanentes, y que la estrategia anticrimen dará resultados en corto y mediano plazos. “Principalmente estos grupos denominados La Unión y la AntiUnión están generando una gran violencia, han rebasado límites en los que la misma sociedad ya se ve afectada.
“Ni siquiera entienden lo que hacen, si lo entendieran no afectarían a la sociedad como la han estado haciendo”, dijo.
Admitió que la disputa entre ambos bandos es por el control del narcomenudeo.
Collins precisó que la SSP y la autoridad capitalina no evaden su responsabilidad de atrapar delincuentes y garantizar la tranquilidad de la ciudadanía.
Sin embargo, expuso que el crecimiento del narcomenudeo en la metrópoli se debe a un incremento del consumo de drogas. “Cuando algo crece estás hablando de gente que consume drogas, porque el narcomenudeo no lo puedes explicar nada más como personas que venden, si no tuvieran a quien comprarles, no existirían como negocio, o sea, ha crecido el narcomenudeo, porque ha aumentado el consumo”, añadió.
Señaló que lo anterior se debe a múltiples factores, por lo que el problema debe ser abordado desde diversos enfoques, como salud pública, integración social y familiar, además de generación de más oportunidades de desarrollo, principalmente para los jóvenes. Amieva dijo que con el reforzamiento de patrullajes se busca inhibir el reacomodo de la organización criminal, así como atacar la estructura del grupo principalmente en narcotienditas, proveedores, vehículos y armas.
Explicó que aunque la disputa por el narcomenudeo se da en toda la ciudad, este grupo criminal opera en el centro de la capital en la colonia Morelos, lugares donde se priorizará la vigilancia.
Aclaró que la captura de El Betito no significa que se acabó el narco en Ciudad de México. “No podemos señalar que se acabarán los grupos delincuenciales con esta detención. Esta persona es cabeza de un grupo importante de narcomenudistas”, puntualizó.
El anuncio del jefe de Gobierno se dio luego de que por la mañana del jueves hubo un crimen que “concuerda” con la detención del líder de La Unión. Amieva dijo que fueron detenidas dos personas que ejecutaron a un tercero con un fusil calibre AR-15.
Por ello, consideró necesario mantener de manera permanente las labores de inteligencia y patrullaje. Me falló mi gente!”, soltó a la Policía Federal un irreconocible Roberto Moyado, El Betito, líder de La Unión de Tepito, a quien el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y células de los Beltrán Leyva abastecieron de cocaína y de otras drogas para su distribución en Ciudad de México.
Irreconocible. No solo por su asombrosa transformación física, sino por la apacibilidad con la que se entregó este hombre que utilizó el terror para controlar el narcomenudeo en la capital a través de múltiples ejecuciones con el sello de los cárteles: víctimas torturadas, decapitadas, desmembradas...
MILENIO conoció detalles de la captura de quien fue socio del capo más poderoso de México: Nemesio Oseguera, El Mencho.
Tarde de miércoles 8 de agosto en “inmediaciones” de la colonia Rincón del Pedregal, delegación Tlalpan. Luego de meses de trabajos de inteligencia, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) tenía pistas “sólidas” sobre la ubicación de El Betito.
Se ordenó el despliegue de oficiales de las Divisiones Antidrogas y de Fuerzas Federales para un operativo en el que el comisionado Renato Sales Heredia y el titular de la Policía Federal, Manelich Castilla, hicieron énfasis que debía realizarse con el “menor riesgo posible” para evitar posibles daños a ciudadanos.
El cabecilla de La Unión de Tepito iba en un vehículo con su hermano José, de 50 años, en el sur de Ciudad de México, cuando los federales decidieron actuar.
El Betito no tuvo oportunidad de oponer resistencia, “se quedó frío”. Levantó las manos. “Ya estuvo amigo”, le dijo a uno de los federales.
El oficial respondió: “No me digas amigo, tú no eres mi amigo, tú eres un delincuente” y le colocó los candados de mano.
Moyado utilizaba también el nombre de Roberto Fabián Miranda; no bastó en su intento de escapar de las autoridades, aunque también se escondía de sus enemigos de la Fuerza Anti-Unión.
No era aquel sujeto regordete y con calvicie que apareció en fotografías difundidas públicamente.
Ayer el comisionado Sales dio cuenta de la transformación que el presunto delincuente logró mediante intervenciones quirúrgicas. “Se realizó prótesis capilar (injerto de cabello) y bypass gástrico, bajó más de 30 kilos para modificar su apariencia física con el fin de no ser identificado y detenido”, explicó el funcionario ante medios.
Aunque su poderío lo consolidó en el barrio de Tepito, le gustaba vivir bien, pues se refugió en casas de seguridad de zonas residenciales exclusivas de CdMx: Polanco, Jardines del Pedregal y San Ángel.
“Distribuyó droga y extorsionó en varias delegaciones, así como en centros nocturnos de Zona Rosa, Condesa y Polanco… es investigado por varios homicidios”, narró el titular de la CNS.
Comentó que El Betito es probable responsable del reguero de dos cadáveres sobre avenida Insurgentes norte de la capital, en la zona de Tlatelolco, el 17 de junio de 2018.
“De 37 años, es originario de Ciudad de México, tiene antecedentes penales desde 2008, fue sentenciado por robo a transeúnte; se presume que encabezaba actividades de narcomenudeo y extorsión, despojo, secuestros y lavado de dinero”, señaló.
Jorge Flores, es otro de los objetivos prioritarios, señaló el titular de la policía