Foros, consultas y austeridad
En este país se vienen sustituyendo muchas acciones de gobierno, necesarias y urgentes, por “foros de análisis” y “consultas públicas”, supuestamente indispensables para el ejercicio democrático del poder.
Lo peor es que, en vez de reducir esa práctica, la nueva administración federal anuncia que la aumentará… y con frenesí.
Mire usted, hasta el lugar del nuevo aeropuerto de Ciudad de México pasará por “consulta pública”. “El pueblo sabio” decidirá sobre suelos y subsuelos, vientos dominantes, tempestades e inundaciones, pueblos aledaños, rutas, flujos y conectividad de aeronaves, transporte de carga y sus repercusiones económicas en el país, y lo más grave: la vida y seguridad de miles de millones de viajeros que lo utilizarán durante su operación.
Ante tamaña idiotez, sin precedentes en la historia de la humanidad, solo queda esperar que se trate de una simulación más de quien interpretará a ese “pueblo sabio”, que quiere que la obra actual siga su curso. Eso sí, reduciendo, con razón y sin ella, los costos de la misma, para justificar “la lucha contra la corrupción” y “la austeridad republicana”.
Pero hay un tema de mayor relevancia: LA PACIFICACIÓN DEL PAÍS. Ciertamente la violencia y la criminalidad tienen origen y sustento multifactoriales (expresión elegante de uso común) y ya comenzaron los “18 foros de consulta”.
¿No son temas ampliamente diagnosticados? ¿No se ha dicho ya, por estudiosos nacionales y extranjeros, funcionarios, víctimas y victimarios, agrupaciones civiles y ciudadanos en general, todo lo sustantivo y lo sucedido que se puede decir al respecto? ¿Tienen alguna relevancia frasecitas como: “perdón sí, olvido no”; “abrazos sí, balazos no”?
Los gobiernos, saliente y entrante, deben actuar a fondo contra la inseguridad, y no perder tiempo en pantomimas. Tiene razón el ministro de la Suprema Corte José Ramón Cossío: “PARA LOGRAR LA PAZ SOCIAL SE REQUIERE JUSTICIA EFICAZ”… “más allá de entusiasmos democráticos se debe poner la justicia como tema central” y “no puede haber proceso de paz… si no se tiene un sistema penal eficientísimo”.
Es plausible el ahorro en el Poder Judicial de la Federación que anuncia el ministro presidente Luis María Aguilar, pero ese importante recorte en ciertos gastos deberá reasignarse a rubros
neurálgicos en el área judicial. Son tan grandes sus carencias, limitaciones y rezagos que prescindir de esos recursos, en una mal entendida “austeridad republicana”, sería postergar la JUSTICIA EFICAZ, piedra angular en la edificación de LA PAZ SOCIAL.
P.D. En vez de 20 profesionistas (abogados, médicos, ingenieros, etcétera) que cuidarán al próximo presidente, debería contratar unos “viene-viene”, esos que agilizan el tránsito, y cuidan y estacionan autos. Le serán más eficaces.