El tratado “inaceptable”
De entrada, el anuncio de un acuerdo co- mercial tentativo entre México y Estados Unidos representa una victoria política para el presidente Donald Trump, quien según el documento publicado por su representante comercial, logró imponer condiciones en la renegociación del TLC. No así para la delegación mexicana que parece haber accedido a una versión light del tratado de libre comercio en la que se incluyen puntos que inicialmente calificaron como “inaceptables”.
Con el presidente Peña Nieto en altavoz, Trump se anotó una doble conquista a menos de 100 días de las elecciones legislativas. Por un lado, cumple la promesa de eliminar el TLC y, por el otro, obtiene concesiones importantes de su contraparte mexicana, que con todo y los insultos que ha recibido terminó prometiendo abrazos y hasta un brindis con tequila.
Pero antes de condenar el resultado, hay que entender las alternativas. Donald Trump ha cumplido con la estrategia comercial que delineó desde la campaña. Desde su salida del acuerdo transpacífico, hasta la guerra de tarifas con China. No sería ilógico pensar que estaba dispuesto a eliminar completamente el TLC sin un acuerdo que lo reemplazara. Si esa era la alternativa, entonces este acuerdo inaceptable parece una píldora amarga, pero necesaria.
Hace poco, un reportero le preguntó al administrador de la NASA sobre la posibilidad de tener una misión a Marte. ¿Cuál es el principal obstáculo para poner un ser humano en otro planeta? indagó el periodista. La política, res- pondió el director de NASA. Podemos resolver todos los aspectos técnicos y logísticos de una misión así, pero la negociación con Congreso, Casa Blanca y contribuyentes es compleja.
Toda proporción guardada pero, esta respuesta arroja una lección sobre lo que ha ocurrido en torno al TLC. El equipo de negociadores mexicanos, compuesto por funcionarios del gobierno federal, empresarios y consultores, trabajó casi un año para lograr el mejor acuerdo puliendo los aspectos técnicos. El problema, desde el inicio, ha sido la dimensión política de esta renegociación. Sobre todo, los caprichos del presidente estadunidense que se mostraba dispuesto a todo con tal de cumplir una de las promesas centrales de su campaña contra México. Para él, nuestro TLC era inaceptable.