Agradece Peña la lealtad de las fuerzas armadas
El Presidente destaca la labor de los soldados en situaciones de desastre; la FAM, con 177 aeronaves, tiene una participación central
El presidente Enrique Peña Nieto agradeció a las fuerzas armadas su lealtad y disposición para defender la soberanía nacional y a auxiliar en todo momento a los mexicanos en situaciones de desastre.
Durante una comida privada con soldados y marinos que participaron en el desfile militar conmemorativo por el 208 aniversario de la Independencia, dijo que marcharon con prestancia, coraje y valor, además de que mostraron de qué están hechas las fuerzas armadas mexicanas.
En el acto, realizado en el Campo Militar número 1, también destacó que su gobierno ha sido el sexenio de las transformaciones y agradeció a las fuerzas armadas, además de su lealtad, su contribución a que México sea una nación próspera.
El Presidente encabezó ayer por última vez el desfile militar conmemorativo del 208 aniversario de la Independencia.
Desde el balcón principal de Palacio Nacional, el titular del Ejecutivo federal dio autorización al comandante Roble Arturo Granados Gallardo — mencionado entre los candidatos a secretario de la Defensa— para que se diera la orden de inicio de la parada militar, en la que participaron 18 mil 736 elementos, luego de rendir honores a la bandera monumental que se encuentra en la Plaza de la Constitución.
Antes, Peña Nieto recorrió la plancha del Zócalo acompañado por los secretarios de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida; de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos; de la Marina, Vidal Francisco Soberón, y el comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia.
También estuvieron presentes los presidentes de la Corte, Luis María Aguilar Morales, y de la mesa directiva del Senado, Martí Batres.
El Presidente, en su calidad de comandante supremo de las fuerzas armadas, abordó un vehículo Humvee, junto con los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina-Armada de México para pasar revista a las tropas que desfilaron.
Después, el jefe del Ejecutivo federal ingresó a Palacio Nacional donde recibió los honores correspondientes y se entonó el Himno Nacional, para enseguida salir al balcón principal.
El comandante Granados Gallardo realizó el exhorto correspondiente para el desfogue de las tropas que se encontraban en la plancha del Zócalo e iniciaran el recorrido.
Luego de la autorización, el general de división ordenó el inicio del desfile, en el que participaron elementos del Ejército, de la Marina-Armada de México, de la Fuerza Aérea y de la Policía Federal, así como de la Conagua, charros, rescatistas niños, además de 53 perros y 269 caballos.
Durante el último desfile las fuerzas armadas mostraron su evolución, particularmente en la adquisición de aeronaves, patrullas marítimas de largo alcance, drones y equipos desarrollados con tecnología mexicana.
La Fuerza Aérea tuvo una participación central este año y dispuso que volaran 177 aeronaves, entre helicópteros y aviones, incluidos tres supersónicos F-5E adquiridos en 1982 y que dejaron de aparecer en las paradas militares en 2016 debido a su desgaste.
Los famosos F-5 escoltaron por los cielos tres aviones Hércules, que se robaron las miradas junto con los Spartan,
Frida, la perra rescatista de la Marina, fue de las más aplaudiadas por los asistentes al Zócalo
los TC6-Texan —comprados entre 2012 y 2013—, los Pilatus PC-6, helicópteros MI-17 y Black Hawk.
También desfilaron los contingentes de Protección Civil, con la famosa perra Frida, que arrancó los aplausos en el Zócalo, por donde también pasaron 401 vehículos.
El 16 de septiembre es especial para todos los que participan. “Significa mucha concentración, mucho control, mucha práctica, repaso y pláticas de lo que se va hacer, cómo se quiere hacer, qué salió mal y qué bien”, mencionó Adrián Santiago, piloto de helicóptero de la Marina.
Si bien el trabajo de los marinos consiste en salvaguardar la independencia y seguridad de México, también auxilian en situaciones de emergencia o desastre.
El piloto de helicóptero Daniel Soria recordó: “La alpinista se lesionó un pie y el personal de Protección Civil no podía llegar al área, entonces requirieron a la Marina. Yo estaba destacamentado en Ensenada y, después de reconocer el área, hicimos un vuelo estacionario cerca de una roca, donde bajó el personal de Protección Civil; tuvimos que hacer patrones arriba de la roca, posteriormente, ya que tenían a la alpinista asegurada, regresamos nos aproximamos y subimos a la alpinista lesionada”.