La ronda de los muertos
Vivo en un país en el que un tráiler refrige- rado, lleno de cadáveres, rondó algunos días las carreteras y calles de Jalisco. Las autoridades sabían que el tráiler existía, nadie lo quería, nadie hizo demasiado para que un tráiler refrigerado lleno de cadáveres rondara las carreteras y calles de Jalisco.
Habría que escribir muchas veces la misma frase, habríamos de escribirla muchos a ver si alguien se indigna. Si alguien se da cuenta de la calidad de emergencia en la que estamos.
No estamos en bancarrota, responden muchos indignados con gráficas en la mano.
No sé si es, técnicamente, bancarrota, pero algo está muy jodido en un país en el que desde febrero se dieron cuenta de que se acumulaban los muertos y que no tendrían donde ponerlos, en julio —como dio a conocer MILENIO Jalisco en esos días— se había conseguido el tráiler como medida temporal y luego ya nadie lo quería en su vecindario.
Cuando estalló el escándalo lo más sencillo fue despedir a alguien, el despedido ha culpado a otro, y alega alguna venganza política. Todos se muestran, eso sí, muy indignados.
Los cadáveres siguen en el tráiler. En alguna bodega.
La CNDH ha dicho que, en el periodo comprendido del 1 de enero de 2007 a septiembre de 2016, en el país se habían localizado 855 fosas clandestinas, de cuyo interior se habían exhumado mil 548 cadáveres y/o restos óseos, en tanto que de un muestreo hemerográfico realizado en el mismo periodo permitió advertir un total de mil 143 fosas clandestinas localizadas en territorio nacional, de las que se desprende la exhumación de 3 mil 230 cadáveres y/o restos humanos.
De enero de 2017 al 30 de agosto de este año se exhumaron cuando menos 530 cuerpos, de los que fueron identificados 54 y cuando menos 476 quedaron sin identificar, y el número de restos localizados ascendió a un total de 165 mil 431.
Esas cifras no incluyen los más recientes hallazgos en Veracruz.
Los colectivos de familiares de víctimas siguen buscando a sus muertos, los muertos siguen buscando a sus vivos. No se encuentran porque no hay un esfuerzo institucional serio, ordenado, que corresponda a la emergencia.
Se pasan leyes, se crean institutos y comisiones.
Nada.
Vivimos en un país en que un tráiler refrigerado, lleno de cadáveres, rondó algunos días las carreteras y calles de Jalisco.