¿Dónde cabe la nueva fiscalía para la paz?
Tal vez porque es el problema más complejo de los que enfrenta el país, a lo largo de esta inédita transición la mayor confusión en el equipo del próximo gobierno ha sido en seguridad.
En otros temas, más allá de las opiniones sobre las propuestas, hay una idea clara de qué se quiere hacer.
No en seguridad. Demasiadas voces, más de una vez contradictorias, promesas irrealizables, ideas viejas que no han funcionado, que si todo es un asunto de coordinación, que mejores policías sin más presupuesto, que algo que se llama guardia nacional, que si los militares y los marinos a cargo, que si legalización de las drogas, que si amnistías. En fin.
La semana pasada una nueva idea, o según quien la anunció, una primera conclusión: la coordinadora de los Foros por la Pacificación y Reconciliación Nacional y representante del presidente electo An- drés Manuel López Obrador, Loretta Ortiz, anunció que “para atender el problema de la justicia se está redactando un proyecto de ley, que es la ley general, que establece el Sistema Integral para la Justicia, Verdad, Garantía de no Repetición y Reparación a las Víctimas”.
“La demanda que se ha centralizado —dijo Ortiz— o que se ha originado en estos foros, como bien lo han señalado las organizaciones de la sociedad civil, las víctimas, los empresarios, es justicia, y eso es lo que se va a atender”.
El perdón que pidió López Obrador en el primer foro ha quedado, no avanzó. ¿Dónde cabe esa fiscalía?
Los últimos días de septiembre la bancada de Morena presentó al Senado la iniciativa para crear la nueva Fiscalía General de la República. La presentó la próxima secretaria de Gobernación y hoy senadora, Olga Sánchez Cordero. Contiene cuatro fiscalías, ninguna de ellas la que anunció Ortiz.
¿Sabía Sánchez Cordero del anuncio de Ortiz?
¿Lo sabía el equipo de Carlos Urzúa que está elaborando el presupuesto de egresos para el próximo año?
¿Qué nuevas instituciones contiene ese nuevo “sistema integral” que repiten funciones de otras instituciones ya existentes como la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas? ¿O serán las mismas?
¿Dónde estará Loretta Ortiz a partir del primero de diciembre?
No está mal que se haya escuchado la exigencia de justicia y verdad por encima del perdón a ciegas, pero el asunto es de tal gravedad, las voces siguen siendo tantas, que uno espera que no quede todo en un batidillo ineficiente frente a nuestra tragedia.