La última de los Clouthier
Rebeca Clouthier, la última de su familia que permanecía en el Partido Acción Nacional, no fue traicionada por su partido cuando éste se desistió de la demanda que ella había interpuesto contra su rival a la alcaldía de San Pedro, en Nuevo León.
Fue traicionada antes, cuando los viejos panistas de ese municipio, gobernado por ellos durante 30 años sin interrupción, decidieron apoyar y llevar al triunfo al candidato independiente (aunque de otra familia panista) Miguel Treviño.
Fue traicionada antes, cuando el poderoso alcalde saliente Mauricio Fernández, acostumbrado a mandar, decidió que ella no era la persona idónea para continuar sus planes y que no aceptaría que fuera impuesta como su sucesora por los dirigentes estatales de su fracturado partido.
Fue traicionada el 1 de julio, cuando los votantes de la parte popular del municipio, incondicionales de Acción Nacional y sus jefes, sorpresivamente fueron invitados a cambiar el color de su voto.
De modo que hace unos días, cuando los panistas se desistieron oficial, pública y airadamente de la denuncia de Clouthier contra Treviño por actos anticipados de campaña, en realidad únicamente estaban siendo congruentes con lo hecho antes.
Y, claro, no querían darle a la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación una oportunidad de ser traviesos y anular la elección que Treviño había ganado por más de 10 por ciento.
El PAN de Nuevo León prefirió no jugársela contra los poderosos liderazgos empresariales de San Pedro Garza García, principal apoyo del ganador... Mejor dejar sola a una Clouthier, cuyo apellido está ya lejos de ser una marca panista.
Durante la campaña, Rebeca fue la única Clouthier que se sumó con todo al soporte de Ricardo Anaya, mientras que su hermana Tatiana, quien renunció al PAN en 2005 y quedó como diputada independiente, apoyaba en las primeras filas a Andrés Manuel López Obrador.
Lorena, esposa del secretario de Desarrollo Social en tiempos de Calderón, Heriberto Félix, se acercó a Margarita Zavala y Manuel, también diputado panista y luego independiente, mantuvo una distante simpatía por AMLO.
Hace tres días, Rebeca expresó su postura frente al PAN estatal. Me traicionaron a mí y a los principios, dijo.
Así termina la historia azul de los hijos del Maquío.