Rafael Pérez Gay
“Solo hay un modo de saber, leyendo: Aron en francés”f
Un amigo me regaló un libro y un pedazo de mi pasado intelectual. Mi hermano volvía de Alemania con novedades editoriales.
En uno de sus regresos trajo un libro en francés: L’opium des intellectuels. Raymond Aron, me dijo a mí y a dos amigos más, es el ensayista más notable que pueda leerse en nuestro tiempo. Octavio Paz lo conoce de memoria, cerró su orden suprema.
Y a darle, solo hay un modo de saber, leyendo: Aron en francés y seminario sobre la izquierda y la derecha, Hitler y Stalin, los intelectuales, Francia e Inglaterra.
La edición de la editorial Página Indómita ofrece una nueva y buena traducción al español de Luis González Castro. Abrí el ojo a las cinco de la mañana envuelto por una nube de preocupaciones, así decía mi madre, y me puse a leer al nuevo Aron.
Dos horas después estuve convencido de que Aron había escrito esas páginas luminosas para nuestro tiempo mexicano. Les recuerdo: “Mitos políticos”, “Idolatría de la historia”, “La alineación de los intelectuales”, “¿ Fin de la edad ideológica?”.
Los críticos de Raymond Aron lo llevaron al callejón y decidieron que era un hombre de derecha. Así empieza la reflexión de Aron: “¿ Sigue teniendo sentido la disyuntiva izquierda- derecha? Quienquiera que plantee la cuestión se convierte de inmediato en sospechoso.
“¿ Acaso no ha escrito Alain lo siguiente: ‘ cuando me preguntan si aún tiene sentido la separación entre partidos de izquierda y derecha, entre hombres de derecha y hombres de izquierda, lo primero que pienso es que quien me plantea la cuestión no es desde luego un hombre de izquierdas’. Pero esta amenaza de destierro no nos detendrá, pues revela la adhesión a un prejuicio más que a una convicción fundada en la razón”.
Les cuento: había terminado una presentación en la Feria del Libro del Zócalo y al salir me encontré a una amiga, activista seria del lopezobradorismo, que me dijo: “Nos abandonaste y te convertiste en un reaccionario horrible”.
Se refería a que no pienso como ellos y ellas. Ni modo, qué le hago. Mañana tengo cita con Aron.
Una amiga pro AMLO dijo: “Nos abandonaste y te convertiste en un reaccionario horrible”