Angelito logra convertirse en bombero por un día
Se puso las botas, el uniforme, el casco, se bajó por el tubo del cuartel y recorrió el centro de la ciudad a bordo de un camión de bomberos, fue así como Ángel se convirtió en el jefe del Departamento de Bomberos de Ciudad Madero por un día. “Se siente bien chido”, expuso de forma espontánea Ángel Hernández Medina, que está por cumplir nueve años en diciembre y lucha contra la leucemia que padece desde hace más de un lustro. Ataviado como todo un bombero, el niño se sube al camión de rescate y aplana con fuerza el botón que enciende la torreta. Su emoción en el rostro es más que evidente. Roberto Chávez, coordinador de Protección Civil Municipal, recibe órdenes del menor a través del radio de emergencias, tiene que hacerlo, ya que “es el jefe”. Los bomberos le ayudan a cargar las mangueras de las que sale el chorro de agua directo hacia una pipa, la cual simulan apagar. “Estoy muy contento”, dice Angelito, como lo llaman todos en el Cuartel de Bomberos, en donde también se dio la oportunidad de partir un pastel de cumpleaños, ya que pese a que el niño nació el mes de diciembre, se le adelantó. “Será sometido a un tratamiento (en la médula) a partir del lunes, así que esperemos en Dios que todo salga bien, porque tiene mucha fortaleza”, cuenta su padre Víctor Manuel Hernández Echeverría, que es acompañado por su esposa María Isabel Medina Romualdo y el hijo mayor de la familia, Víctor Emanuel. La familia del menor de ocho años dio a conocer que mantienen las esperanzas en los tratamientos médicos, ya que los doctores les había dicho “desde hace seis años que no había nada qué hacer, y miren, aquí está mi hijo”, expuso el papá. Fue gracias a la asociación civil Dr. Sonrisas, que hizo todo a su alcance para que el niño lograra cumplir su ilusión, el poder hacer y sentir lo que hace un apagafuegos.