¿Adiós a los organismos autónomos?
Esta semana, El Financiero reportó que Rocío Nahle, propuesta como secretaria de Energía en el nuevo gobierno, pidió la renuncia a los titulares de los dos organismos autónomos que regulan la materia: la CNH, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, y la CRE, la Comisión Reguladora de Energía. Mientras que el consejero presidente de la CNH, Juan Carlos Zepeda, aceptó y renunció de inmediato, el consejero presidente de la CRE, Guillermo García, dijo que se mantendrá en su cargo hasta 2023. Las acciones de la futura administración sorprenden, pero no del todo. Semanas antes, a través de su brazo en el Congreso, el próximo gobierno anunció que buscaría eliminar la autonomía de ambos organismos. Sin embargo, sin siquiera discutir el tema, prefirió ir directamente a buscar renuncias –hecho que esta columna confirmó vía fuentes independientes. ¿Para qué vulnerar a los reguladores en materia energética? Las teorías abundan, pero una es más plausible que las demás. La CNH y la CRE son, en esencia, las administradoras del mercado de energía en México. La CNH regula todo el tema de hidrocarburos hasta que éstos se extraen del suelo; después toca la responsabilidad a la CRE, que se encarga de supervisar todo lo relacionado con gas, petróleo y electricidad una vez que el negocio en- tra a manos de particulares. Así ha sido desde la liberalización del mercado energético este siglo. La CNH otorga contratos, la CRE permisos. Ambas tienen, dada su autonomía, la libertad de decidir a quién otorgarlos, siempre y cuándo se fundamente la decisión. Asimismo, ambas pueden revocarlos. En el ínter, las dos revisan la operación de las compañías: que cumplan con lo que prometieron, que entreguen los números que dicen estar entregando. En síntesis: que no hagan trampa. Si ambos organismos pierden esa facultad en favor de la Secretaría de Energía, puede haber cambios importantes: opacidad en lugar de transparencia, discrecionalidad sin fundamento en la entrega de contratos y permisos; en el peor de los casos favoritismo sobre idoneidad. El negocio es enorme, todos lo saben. Justo por eso es necesario que CNH y CRE se mantengan autónomas: para evitar que alguien se quede con todas las fichas.
El negocio es enorme y hay que evitar que alguien se quede con todas las fichas