Otra vez Odebrecht
Los escándalos de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht ha dejado al descubierto una inmensa ola de corrupción en varios países de Latinoamérica, involucrando a políticos de todos los niveles.
Ahora es en Perú, donde el expresidente Alán García está siendo investigado por colusión, lavado de dinero y tráfico de influencias, con relación a la concesión de la línea 1 del Metro otorgada a Odebrecht.
El afamado político, que gobernó su país en dos ocasiones y ha sorteado diversas tormentas políticas, intentó obtener asilo político de Uruguay, cuyo gobierno negó su petición argumentando que en la investigación que le realizan no existe persecución política, además de que reconoce que en Perú “funcionan autónoma y libremente los tres poderes del Estado”. Ante esta situación, Alán García abandonó la embajada uruguaya en Lima y entregó su pasaporte, para acatar la orden de un juez de no abandonar su país en los próximos 18 meses.
Ahora, veremos una nueva secuela de este entramado político y de corrupción, que ha puesto en evidencia como la corrupción alcanzó niveles insospechados en prácticamente toda la región.
En nuestro país, después de la inseguridad, la corrupción es el problema que mayor rechazo y descontento cuenta entre la población. Sigue siendo la asignatura pendiente.
Ante este escándalo continental, del cual desafortunadamente nuestro país no está exento, resulta de vital importancia que dos temas pendientes de la agenda nacional ya sean resueltos: que se cuente con un Fiscal Independiente y garantizar la Autonomía de Poder Judicial.
Solo con instituciones judiciales completamente autónomas, que puedan realizar investigaciones y resoluciones con absoluta independencia, es como podremos avanzar en el combate a la corrupción, y terminar por completo con la impunidad, ¿no cree Usted?