Carrillo Gil. Llega la exposición que Pinochet malogró
El golpe de estado de 1973 en Chile impidió que una muestra de Orozco, Rivera y Siqueiros se presentara en el Museo de Bellas Artes
Tal vez de lo último que escribió Pablo Neruda antes de morir fue el texto para el catálogo de la exposición Orozco, Rivera y Siqueiros, pintura mexicana, muestra que nunca se inauguró debido al golpe de Estado en Chile en 1973, perpetrado por Augusto Pino- chet.
El autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada moriría el 23 de septiembre, 10 días después de esos acontecimientos, pero dejó un invaluable testimonio de esa muestra, que 45 años después es recreada en el Museo de Arte Carrillo Gil, indicó ayer el curador Carlos Palacios.
“Estos tres maestros mexicanos nos indican con la responsabilidad de su grandeza la afirmación de una nacionalidad. Y nos enseñan la confianza y la esperanza a través de su pintura atormentada pero victoriosa”, escribió el poeta en Isla Negra en septiembre de ese año.
A más de cuatro décadas del acontecimiento, el Museo de Arte Carrillo Gil se dio a la tarea de armar esa exposición y hablar de las vicisitudes que enfrentó el curador Fernando Gamboa. La reconstrucción se hizo gracias a que el maestro no se movió de ese país hasta no descolgar las 169 obras de los artistas mexicanos del Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile. Su propósito era regresarlas a México, cosa que logró 15 días después.
Para el montaje en México de la exhibición, luego de itinerar por Chile, Argentina, Perú e Italia, presenta más de 60 obras de las 169 que originalmente conformaban la propuesta, detalló Palacios.
Además de las obras, se exhiben documentos y fotografías, lo que permite observar cómo Fernando Gamboa fue diseñando la exposición desde Ciudad de México. Incluso hay un croquis elaborado a mano en una hoja tamaño carta que así lo demuestra.
El proyecto que nunca fue
En Chile la exposición sería inaugurada con el nombre de Orozco, Rivera y Siqueiros, pintura mexicana, misma que estaría acompañada de una muestra de artesanías y otra de mil 500 libros de México. Todas las actividades se llevarían a cabo en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile.