¿Tampico puede ser una ciudad cultural?
La pregunta que da título a este texto, algo marginadora aunque refiera de fondo también a Madero y Altamira, me deja por ratos espacios de reflexión.
La aspiración de la escritora activista y hoy secretaria de Cultura en Tampico Martha Izaguirre, es utópica, aunque con una visión real de que el tema cultural parte de una necesidad de identidad, más que de promoción artística.
En este último punto, en la di fusión de las creaciones artísticas o de las tradiciones, hay un desequilibrio tremendo que los aleja a la ZC con ciudades culturales como X al apa, Gua dala jara o Gua na ju a to.
Hay un solo teatro, un solo museo de poca afluencia, algunos espacios cultura les alternativos que sobreviven de la voluntad, las librerías escasean solo referir.
Aparte, somos una sociedad apática, es más, ni siquiera los mismos artistas visitan otros eventos culturales que no sean de sus amigos.
En el tema de las tradiciones, muchas dependen de la afini- dad del gobernante en turno, como en estos momentos que se proyecta en modo homenaje a Mauricio Garcés la instalación de una estatua, más por fortuna de árboles genealógicos que por justicia cultural.
¿Entonces cómo convertir aTam pico en una CIUDAD CULTURAL?
Los elementos están: la riqueza de la herencia de la huasteca, la influencia española y arábiga arraigados en la ciudad, incluso elementos de la cultura gringa, tradiciones pop, y por supuesto, la riqueza de las artes mundiales que se reflejan en el trabajo de muchos artistas, la mayoría independientes.
Encontrar la perfecta relación de estos podría, desde un punto de vista y con soporte antropológicos, generar una perspectiva identitaria específica, con ello ‘derramar’ proyectos de políticas culturales y turísticas más eficientes y sustentables, que den la oportunidad de forjar esa utopía, que a su vez, por el perfil de la ciudad, detone la economía basada en el turismo convencional, pero también en el turismo cultural.
Para ello, también los hacedores de cultura y arte, los promotores, quienes estamos en el periodismo o desde los puntos álgidos de la sociedad, deben participar y exigir el fortalecimiento identitario... o acostumbrarse sin chistar a los aciertos u ocurrencias políticas cosechadas de intelecto, ignorancia e ignominia.
“Las tradiciones; muchas dependen de la afinidad del gobernante en turno”