La entereza de Alexa Moreno
Debemos ser tan crueles, tan insensibles y tan bajos pero, aparte, exhibirlo sin reservas en las mentadas redes sociales? Vivimos en una época muy extraña. Por un lado, la dictadura de la corrección política está imponiendo una serie de restricciones cada vez más absurdas, cuando no desaforadamemte imbéciles, y por el otro resulta que, si te pones a navegar por los sitios de la Internet donde la gente puede expresar opiniones y comentarios, te encontrarás con unas espantables manifestaciones de odio e intolerancia, aderezadas todas ellas de palabrotas, ofensas y burlas destempladas.
El pasado 2 de noviembre, Alexa Moreno, una chica bajacaliforniana de 24 años, participó en los Campeonatos Mundiales de Gimnasia Artística, en Doha, Qatar, y obtuvo una medalla de bronce en el salto de caballo. Es la primera vez que una gimnasta mexicana logra una medalla en una competición de esa naturaleza, ni más ni menos. Lo más curioso es que muchos de los usuarios de las mentadas redes sociales comenzaron a denostarla por su físico —la encontraban demasiado corpulenta, al parecer— en lugar de manifestarle la admiración, el aprecio y el respeto que merece quien ha alcanzado tan notable resultado. ¿Tiene algún sentido arremeter contra una deportista magnífica de pies a cabeza porque no posee, digamos, el físico de esas modelos de pasarela a las que la moda — determinada e impuesta por quién sabe quién, además, pero, eso sí, de total obligatoriedad para las que se mueven en su territorio— condena a sobrellevar, literalmente, días enteros de hambre?
Ah, pero lo más reconfortante del tema es la reacción de la campeona: ella sigue adelante, con su voluntad de hierro y su entrega de cada mañana, desafiando la mezquina estupidez de los brutos y demostrando, al mundo entero, lo que vale. ¡Bravo!
Ella sigue adelante, con su voluntad de hierro y su entrega de cada mañana